Summary: | En este artículo se comunican los hallazgos de un estudio de caso sobre un grado con condiciones alternativas a las escolares convencionales. Entre ellas realizar actividades semanales en una escuela común y funcionar diariamente en el aula de un Centro Comunitario. Los modos de usar ese espacio se describen mediante las “regiones” que el maestro y los niños —con reiteradas experiencias de fracaso escolar— fueron configurando a lo largo del año. La reconstrucción de este devenir y el análisis del papel clave desempeñado por el maestro permitieron identificar como rasgos de la organización y el empleo del espacio la estabilidad, la apertura y la adaptación. Estos contribuyeron a que los niños abandonaran los modos inhibidos, repetidos y restringidos de usar el aula, ensayaran nuevos, ampliaran la circulación y construyeran conocimientos al respecto. Se afirma que el espacio se constituyó en un tercer elemento mediador de las relaciones grupales y de la acción en un sentido favorable al desarrollo de las potencialidades de los niños.
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