Un estudio cualitativo sobre mujeres cuidadoras con enfermedad crónica

El cuidado familiar, entendido como la atención no remunerada que se presta a personas que necesitan ayuda para la realización de las actividades de la vida diaria, ha sido tradicionalmente realizado por las mujeres de la familia, en un contexto doméstico caracterizado por la privacidad e invisibili...

Full description

Bibliographic Details
Main Author: Martínez Marcos, Mercedes
Other Authors: Cuesta Benjumea, Carmen de la
Format: Doctoral Thesis
Language:Spanish
Published: Universidad de Alicante 2016
Subjects:
Online Access:http://hdl.handle.net/10045/54216
Description
Summary:El cuidado familiar, entendido como la atención no remunerada que se presta a personas que necesitan ayuda para la realización de las actividades de la vida diaria, ha sido tradicionalmente realizado por las mujeres de la familia, en un contexto doméstico caracterizado por la privacidad e invisibilidad, con escaso reconocimientos social y con elevados costes para su salud y su calidad de vida. En las últimas décadas hay un creciente interés por el estudio de este tipo de cuidado, motivado por los cambios demográficos, epidemiológicos y sociales. El acusado envejecimiento poblacional, el aumento de los procesos crónicos de salud y los nuevos modelos familiares y culturales, han propiciado un aumento de las personas beneficiarias de esta forma de cuidado, al tiempo que ha disminuido la proporción de mujeres con disponibilidad para cuidar a tiempo completo. Estas mujeres son cada vez son más mayores y a su vez padecen problemas crónicos de salud. Es amplia la literatura que atribuye al cuidado familiar un impacto en la salud y en la vida de las personas que asumen el rol cuidador, un coste que recae especialmente en las mujeres. Las cuidadoras familiares sufren problemas de salud a consecuencia de la actividad de cuidar, atienden menos a sus necesidades y su salud tiende a empeorar; a pesar de ello, continúan cuidando durante largos periodos de tiempo. Sin embargo, se sabe poco de las estrategias y mecanismos que utilizan las cuidadoras crónicamente enfermas para cuidar de sí mismas y hacer frente al cuidado familiar. Este estudio se propone comprender las estrategias que utilizan las mujeres cuidadoras con procesos crónicos de salud que cuidan de un familiar dependiente para la autogestión de sus problemas de salud. Es un estudio de Teoría Fundamentada Constructivista en el que participaron 39 mujeres cuidadoras familiares, que tenían diagnosticado un proceso crónico de salud y a la vez, cuidaban de un familiar dependiente desde hacía más de un año. Se realizaron 23 entrevistas y 2 grupos focales. En el análisis de los datos se utilizaron los procedimientos de la Teoría Fundamentada. Los hallazgos de este estudio muestran que, para las cuidadoras sus problemas crónicos de salud no pueden constituir un obstáculo que les impida desarrollar su rol como tales y, para conseguirlo, ponen en marcha tres estrategias que les permiten hacer frente a estos procesos: 1) normalizar sus procesos crónicos, 2) neutralizar los efectos de sus procesos crónicos y 3) olvidarse de su cronicidad. Las cuidadoras gestionan sus problemas crónicos de salud de manera que equilibran las demandas de atención que estos requieren y las demandas del familiar al que cuidan. Para ello, incorporan a su cotidianidad estrategias para equilibrar la autogestión: 1) autorregular sus tratamientos 2) regular sus energías, 3) controlar sus emociones. La gestión que llevan a cabo de sus problemas cónicos de salud, les permite cuidarse a sí mismas mientras cuidan de su familiar dependiente. Su experiencia de vida como cuidadoras es la de una vida mermada, al contrastar su pasado con su presente, se hacen conscientes de las pérdidas que han ido sufriendo. Se sienten menos fuertes, más tristes y menos libres. La vida que ahora llevan les hace cuestionar el sentido de sus propias vidas. En su conjunto, los hallazgos del estudio revelan que las mujeres cuidadoras con procesos crónicos de salud, hacen frente a sus procesos crónicos de salud y a los problemas derivados de los mismos para destinar sus esfuerzos y energías al cuidado familiar. Integran la gestión de sus procesos crónicos en el cuidado familiar, siendo creativas y efectivas en su control. Su experiencia como cuidadoras es la de llevar una vida restringida por las pérdidas sufridas, lo que les lleva a cuestionar el sentido de su existencia.