Summary: | Hay evidencias de que la gestión por procesos puede mejorar el funcionamiento de los sistemas sanitarios. La cultura sobre seguridad se perfila como uno de los requisitos fundamentales para evitar la aparición de efectos adversos y ofrecer a nuestros pacientes una asistencia más segura. Además, la calidad percibida por los pacientes debe ser evaluada para mejorar continuamente el funcionamiento del sistema. Por otro lado es de vital importancia notificar y estudiar aquellos efectos adversos que se producen durante la asistencia sanitaria para así, establecer medidas correctoras y de prevención. El objetivo general de la presente investigación es evaluar los beneficios en cultura de seguridad y calidad percibida de aplicar una gestión por procesos en una unidad de cardiología. Los objetivos específicos son: Evaluar y analizar la cultura de seguridad de los trabajadores de la Unidad de Cardiología de Alcoi; Evaluar y analizar la calidad y seguridad percibida por los pacientes de la Unidad de Cardiología de Alcoi; Evaluar y analizar los efectos adversos derivados de la asistencia sanitaria en la Unidad de Cardiología de Alcoi. Dentro de la metodología podemos distinguir tres subestudios. En el primero de ellos evaluamos la cultura de seguridad de los profesionales, en un segundo evaluamos la calidad y seguridad percibida por los pacientes, y por último se analiza la evolución de los errores de medicación y otros aspectos relacionados con la seguridad en nuestra Unidad. El primer estudio en el que se evalúa la cultura de seguridad, consistió en un estudio observacional trasversal en dos años consecutivos utilizando la encuesta “Hospital Survey on Patient Safety Culture” de la “Agency for Healthcare Research and Quality” en su versión española (42 ítems agrupados en 12 dimensiones). Se comparó el porcentaje de respuestas positivas de cada dimensión en 2014 y 2015, así como con los datos a nivel nacional y en Estados Unidos, siguiendo las recomendaciones establecidas. Globalmente obtuvimos una puntuación, sobre un máximo de 5, de 4,5 en 2014 y 4,7 en 2015. Identificamos 7 dimensiones como fortaleza (Frecuencia de eventos notificados, Expectativas y acciones de la supervisión de la unidad, Trabajo en equipo en la unidad, Franqueza en la comunicación, Feed-back y comunicación sobre errores y Respuesta no punitiva). Las peor valoradas fueron: Dotación de personal, Apoyo de la gerencia y Trabajo en equipo entre unidades. La comparación mostró superioridad en todas las dimensiones a nivel nacional, y en 8 respecto a los datos del registro americano. En segundo estudio consistió en un estudio observacional comparativo (Cardiología vs Control) durante dos años consecutivos. Entregamos al alta un cuestionario (validado del proyecto SENECA del ministerio de sanidad y consumo) que consta de 9 ítems que evalúan la calidad y seguridad percibida por el paciente. Cardiología fue superior en 5 de los 9 ítems analizados (Acogida, Decisión tratamiento, Consentimiento, Valoración enfermería/auxiliares, Valoración facultativos) en 2014 y en todos ellos en 2015. Si comparamos los resultados de la unidad de cardiología en los dos años, se observó una tendencia a la mejoría. Por último se ha realizado un análisis de los errores de medicación interceptados y notificados en nuestra unidad, así como de otros aspectos de seguridad no relacionados con errores de medicación. Durante el año 2015 se analizaron un total de 312 historias de un total de 890 ingresos, detectando un total de 7 errores de medicación, Además se notificaron 44 errores de medicación de forma voluntaria. Se observa un claro descenso del porcentaje de errores de medicación relacionados con los anticoagulantes, y un aumento significativo de problemas relacionados con fármacos hipotensores. Se ha conseguido un considerable descenso de eventos en: problemas identificativos, flebitis, infecciones urinarias, hematomas tras marcapasos y hematomas tras cateterismo. Sin embargo tenemos una clara tendencia ascendente en el tema de caídas.
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