Summary: | Grado de magíster en neurociencias === La esquizofrenia es una enfermedad mental crónica que afecta a un 0.3-0.7% de la
población y que se caracteriza por presentar un espectro de sintomatología diferenciada en cada
paciente. Los síntomas cognitivos de los pacientes tienen repercusiones en el funcionamiento y
en su posible incorporación a la sociedad, es decir, la discapacidad cognitiva tiene efectos
negativos en la Calidad de Vida. Esta relación se ha estudiado con métodos heterogéneos,
provocando resultados controversiales al no poder encontrar predictores de calidad de vida de
forma categórica. Identificar predictores de Calidad de Vida es relevante dado que representa el
bienestar subjetivo del paciente más allá de los outcomes habituales para la medicina y
psiquiatría, como la morbilidad o la discapacidad.
En este proyecto, analizamos la repercusión de la disfunción cognitiva en la calidad de
vida subjetiva en 26 pacientes ambulatorios con esquizofrenia estable. Para esto, utilizamos el
instrumento MCCB para valorar la cognición, tanto en su Compuesto Global como en sus 7
Dominios Cognitivos. Para evaluar la Calidad de Vida utilizamos la escala WHOQOL-Bref tanto
en su puntaje promedio como en sus cuatro dimensiones. Postulamos que la alteración cognitiva
tendría efectos negativos sobre la Calidad de Vida subjetiva y que al valorarla como Compuesto
Global se superaría estadísticamente a los Dominios Cognitivos en su correlación con la Calidad
de Vida subjetiva. Se identificaron correlaciones negativas para Atención/Vigilancia y positivas y
de mayor magnitud para Cognición Social en relación a la Calidad de Vida subjetiva promedio
así como para su dimensión de Salud Mental. Se desconoce qué factores podrían mediar la
relación inversa entre neurocognición y calidad de vida subjetiva en este tipo de pacientes.
Los modelos de regresión lineal múltiple fueron capaces de explicar la variabilidad de
Calidad de Vida en su puntaje promedio en un 27%, mientras que para la dimensión de Salud
Mental esto aumenta hasta un 32%. Los otros cinco dominios cognitivos y las otras tres
dimensiones de calidad de vida no presentaron asociaciones significativas.
En conclusión, se recomienda estudiar la Calidad de Vida subjetiva en sus dimensiones y la
cognición en sus dominios para poder esclarecer con mayor detalle su relación. Se sugiere
incorporar y profundizar en la investigación de las repercusiones de la Cognición Social en
estudios longitudinales de rehabilitación, teniendo como outcome la calidad de vida subjetiva. === Schizophrenia is a chronic mental illness that affects 0.3-0.7% of the population and is
characterized by a spectrum of differentiated symptoms in each patient. Cognitive symptoms
have impacts on patients functioning and their possible integration into society, namely cognitive
disability has negative effects on Quality of Life. This relationship has been studied with
heterogeneous methods, causing controversial results as predictors of Quality of Life cannot be
identified in a straightforward way. Identifying predictors of Quality of Life is relevant given
that it represents the subjective well-being of the patient beyond the usual outcomes for medicine
and psychiatry, such as morbidity or disability.
In this project we analyze the impact of cognitive dysfunction on the subjective Quality
of Life in 26 outpatients with stable schizophrenia. For this, we used the MCCB instrument to
assess cognition, both in its Overall Composite and in its 7 Cognitive Domains. In order to assess
Quality of Life, we used the WHOQOL-Bref scale in both its average score and its 4 dimensions.
We postulate that cognitive alterations would have negative effects on the subjective Quality of
Life and that evaluating it as the Overall Composite it will exceeded statistically in its correlation
with the subjective Quality of Life in comparison to the Cognitive Domains. Negative
correlations were observed for Attention/Vigilance and positive and of greater magnitude for
Social Cognition in relation to the average Quality of Life as well as for its Mental Health
dimension. It is unknown what factors could mediate the inverse relationship between
neurocognition and subjective Quality of Life in this type of patients.
The multiple linear regression models were able to explain the variability of the
subjective Quality of Life in their average score by 27%, while for the Mental Health dimension
this increases up to 32%. The other five cognitive domains and the other three dimensions of
Quality of Life did not show significant associations.
In conclusion, we recommended studying the Quality of Life in its dimensions and
cognition in its domains in order to clarify with more precision its relationship. We encourage
incorporating and expanding the research of the repercussions of the Social Cognition in
longitudinal rehabilitation studies, having the subjective Quality of Life as an outcome.
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