Summary: | Seminario para optar al grado de Licenciado de Comunicación Social === Si fuese necesario determinar la principal característica de la sociedad del alba del siglo XXI, ésta sería la mediatización general. Eliseo Verón define esta característica como el paso de una sociedad mediática (una sociedad con medios de comunicación) a una sociedad dominada por los medios, en la que la imagen y la búsqueda del espectáculo se imponen a la búsqueda de una inalcanzable “verdad”. Así, aunque la información circula a raudales por todos los medios públicos y privados, traspasando las fronteras y obstáculos físicos que antaño dificultaban la comunicación, nunca el ciudadano común había estado tan desinformado. Salvo quizás en los tiempos feudales, cuando el conocimiento de un siervo se limitaba a los acontecimientos de su comarca. Y esto sólo si pasaba un tiempo conversando en el pueblo cuando iba a intercambiar sus cosechas por un poco de carne. Hoy, el impresionante desarrollo tecnológico permite que la información viaje de un rincón a otro del globo casi inmediatamente. Los medios de comunicación se mueven entonces en un vertiginoso juego por obtener información, procesarla, editarla, agregarle voz en off o locución en vivo y lanzarla al aire lo más rápido posible. Es tal la urgencia por presentar la primicia, que el trabajo reflexivo, pausado que requiere cualquier análisis en profundidad y cualquier acercamiento a la verdad es abandonado completamente en favor de la tiranía del rating.
La prensa —que se ha instaurado como un actor público bajo el ya cliché término de “cuarto poder”— tiene según muchos un rol social fundamental: informar veraz y prontamente a la ciudadanía para que ésta ejerza sus derechos y actúe de forma responsable. Sin embargo, resulta ya evidente que este espíritu altruista está lejos de la realidad: los medios de comunicación no luchan por informar al espectador, sino por ganar publicidad que los financie. Bajo este escenario, la innovación, la búsqueda de la verdad (aunque nunca pueda ser una verdad completa, sino parcial) y la misión de informar al espectador es abandonada por completo. En la competencia por el rating o los espacios publicitarios, los medios adoptan la forma más sencilla de presentar noticias: un formato que se clona a sí mismo de noticia a noticia, de medio a medio, generando así una estructura común perfectamente repetible ad infimitum. Tal reiteración de formato y de temas entre medios genera dos efectos: uno es la creación de un lenguaje mediático común, satíricamente llamado “periodistés” por Guillermo Blanco en su novela El joder y la gloria. El segundo efecto es la creación de una sensación de normalidad a través de una realidad cotidiana que, aunque no sea predecible, sí es esperable.
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