Summary: | Magíster en Educación, mención Currículum y Comunidad Educativa === La presente investigación aborda, desde un enfoque cualitativo, las valoraciones que establecen los docentes noveles respecto a su formación inicial para su quehacer docente, con la finalidad de analizar y relevar la pertinencia de los programas de formación inicial para las prácticas pedagógicas. Desde esta perspectiva, se busca comprender el sentido que le otorgan los profesores de filosofía a su asignatura, identificando elementos de su formación inicial que le hayan permitido construir tales sentidos, así como también se pretende describir la incidencia de la formación disciplinar como pedagógica para el desempeño en el aula y por último, analizar la pertinencia de la formación inicial frente al contexto escolar.
Para llevar a cabo la investigación se utilizó un estudio de casos múltiples, analizando 5 casos de profesores noveles, que cuentan entre 1 y 5 años de experiencia y provenientes de instituciones formadoras con modalidad consecutiva y concurrente, todas ellas distintas entre sí. Los análisis arrojaron resultados interesantes, que difieren de las investigaciones que señalan que la formación inicial tendría poco impacto en las prácticas pedagógicas, pues los profesores tenderían a reproducir prácticas internalizadas desde su época escolar. Sin embargo, a partir de los datos, se pudo relevar que si bien, hay un choque inicial con la realidad escolar y que las experiencias de formación escolar constituyen un referente importante, el sello de cada institución formadora tiene impacto en la construcción de sentido de la enseñanza de la filosofía en la escuela. Cuestión, de la que los docentes no son conscientes y que sólo es posible evidenciar a partir de una triangulación entre los discursos sobre el modo de enfrentar la clase de filosofía y los perfiles y sellos de sus carreras.
Por su parte, las valoraciones que los docentes reconocen hacia su formación depende de la articulación que ellos hayan alcanzado entre formación disciplinaria y pedagógica. Articulación, que si bien no es intencionada en ninguno de los casos por los departamentos que las imparten, sí depende de que los mismos comulguen con un sello institucional. Por tanto, el factor tiempo (años en que se cursan los estudios y modalidad) no es absolutamente relevante para configurar una perspectiva articulada acerca de la enseñanza de la filosofía. Esto queda de manifiesto pues los docentes de formación consecutiva, que han cursado la pedagogía sólo por uno o dos años luego una licenciatura evidencian una mayor valoración de la formación y una perspectiva más articulada entre disciplina y pedagogía, que los docentes que cursaron sus estudios en formaciones concurrentes, sobre todo si los sellos formativos de los departamentos de filosofía y pedagogía no están articulados entre sí. En estos casos, la formación que tiene una mayor coherencia interna en cuanto a sello formativo es la que impacta en las prácticas pedagógicas de los docentes. Finalmente, un aspecto clave en la valoración que los docentes hacen de su formación es la posibilidad de cuestionarse por el sentido de la enseñanza de la filosofía y repensar su formación disciplinaria. Lo que sólo ocurre en los casos de formación consecutiva de sello reflexivo. Por lo anterior, se concluye que la formación inicial, independiente de la modalidad en la que se imparta (concurrente o consecutiva), sí tiene una relevancia fundamental en el quehacer docente y en el sentido que cada docente adopta al momento de realizar las clases
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