Summary: | Memoria para optar al título de Geógrafo === En las últimas décadas las ciudades chilenas han experimentado un acelerado proceso de crecimiento espacial, que ha significado sustituir usos y coberturas de suelo naturales y agrícolas por áreas urbanas (Romero et al., 2010). Dicho crecimiento ha provocado que las áreas urbanizadas sean mucho más cálidas que sus entornos no urbanos, conformando las llamadas islas de calor urbano. Así como la ciudad genera fenómenos de islas de calor, también lo hace respecto a la generación de islas o islotes de frescor, que son paisajes que registran temperaturas menores dentro de las islas de calor urbano (Moreno, 1999). Los estudios sobre las islas de calor urbano han tomado cada vez más fuerza en el ámbito de la Geografía. La ciudad de Londres fue la primera en atraer la atención de este tipo de investigaciones, ya desde principios del siglo XIX. La mayoría de las investigaciones se concentran en ciudades de climas templados o mediterráneos, siendo escasos los estudios que se enfocan en ciudades de climas áridos. En estos medio ambientes, es posible esperar que existan diferencias o particularidades propias en la totalidad de los atributos de sus climas urbanos, especialmente en sus islas de calor y frescor, debido especialmente a la sequedad de la atmósfera, ausencia de vegetación y humedad en los suelos, mayor transparencia atmosférica y con ello balances de radiación diarios negativos y altas oscilaciones térmicas diarias. Para Oke (1978) la forma e intensidad de estos fenómenos varía con el tiempo y el espacio, siendo el resultado de las características meteorológicas, geográficas y urbanas.
Esta investigación analiza el comportamiento espacial y temporal de la intensidad de las temperaturas atmosféricas de la ciudad de Copiapó, localizada en el borde sur del Desierto de Atacama, uno de los más áridos del mundo, buscando identificar la generación de islas de calor y frescor urbano. Además analiza las diferencias de temperaturas atmosféricas y el origen de las islas de calor y frescor urbano entre las zonas climáticas locales. Como las islas de calor han sido consideradas causas de estrés térmico sobre los habitantes de las ciudades, que amenazan con expandirse en la medida que se concreten los pronósticos de calentamiento global, es relevante proponer medidas para paliar sus efectos negativos e incrementar y consolidar las islas de frescor.
La investigación se divide en tres partes: la primera tiene como objetivo analizar el comportamiento de las temperaturas atmosféricas e islas de calor y frescor urbano. Para ello se utilizaron once estaciones fijas distribuidas en la ciudad, de las cuales nueve pertenecen al proyecto FONDECYT N°1130305 y las dos restantes a una red de alcance nacional denominada Red Agroclima. Mientras las primeras son de carácter experimental y se localizan sobre paisajes urbanos específicos y diferentes entre si, la segunda constituye una fuente de información sistemática sobre los climas y por ello sigue los estándares de instalación y funcionamiento propios de los servicios meteorológicos. La segunda parte divide la ciudad en zonas morfológicas y de similares usos y coberturas de los suelos denominadas zonas climáticas locales (ZCL), a las cuales se les atribuyen temperaturas atmosféricas e intensidad de las islas de calor y frescor urbanos. Para estimar el valor de las diferencias entre zonas, se empleó el test de Kruskal-Wallis y como prueba posterior para comparaciones pareadas, el test de C Dunett. Por úlltimo, en una tercera etapa, para poder formular lineamientos para la mitigación de islas de calor y consolidación de islas de frescor urbano, se realizó una revisión blibiográfica que interpretase los resultados empíricos anteriomente mencionados.
La Ciudad de Copiapó revela que en periodo estival, la isla de calor urbano es más intensa en las horas de la mañana, mientras que por la tarde se aprecia el efecto “oasis” o desarrollo de menores temperaturas al interior de la ciudad como consecuencia de los efectos de sombra y de la vegetación urbana. En invierno, la ciudad tanto en la mañana como en la tarde se comporta como una isla de frescor, pero durante la noche se observan islas de calor de alta intensidad.
En la época estival es cuando las diferencias son estadísticamente más significativas entre las temperaturas atmosféricas de las ZCL, que se intensifican, en comparación a lo observado en invierno. Además se comprueba que en verano las ZCL de alta y baja densidad de baja altura se asocian estrechamente a la generación de las islas de calor, es decir, las series construidas o urbanizadas están asociadas a mayores intensidades de islas de calor. Por otro lado las zonas “extensiva de baja altura” y de “cobertura vegetal rasante” se relacionan al origen de islas de frescor urbano.
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