Summary: | El mundo que nos rodea es, por sobretodo, un mundo visual.
El reino de la imagen se antepone donde uno se dirija.
En la calle, la televisión, el metro, los museos, el mall, en los bares y en las fiestas, el
hombre es bombardeado constantemente de imágenes –con fines persuasivos unas, la
huella dejada por un hombre, su forma de ver y comunicarse, otras –.
Las razones, muchas. Se puede decir que una de ellas es que nos hallamos en la era
del Post Barroco, pero sería limitarse a repetir palabras leídas de otros.
Fue necesario entonces adentrarse más en el tema, definir un círculo de fuego dentro
del cual investigar y poder hacer un aporte.
Ese fue el ámbito de la fiesta, regida por leyes en las que pareciera que uno camina de
cabeza, en la que los códigos visuales que se encuentran están –o deberían estar –
fuera del orden cotidiano, en una búsqueda permanente por algo que va más allá de
nuestra naturaleza mundana.
Que tiene que ver con lo numinoso.
Es así como llegamos al encuentro de las fiestas de música electrónica, cada vez más
recurrentes en nuestro país, donde la conexión entre la música, el espectáculo y una
ambientación generada a través de luces y proyecciones realizadas por VJs, se hace
cada vez mas necesaria y que, hasta el momento, no forman una simbiosis, sino mas
bien un conjunto de elementos perceptuales que funcionan, aunque al mismo tiempo, de
forma individual.
Tomando lo anterior como punto de partida, este proyecto busca desarrollar una Animación
Escenográfica que esté relacionada de forma estrecha con la música del grupo o DJ
escogido con el fin de estimular los estados alterados de conciencia entre los asistentes
de la fiesta de música electrónica.
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