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Oportunidades. La igualdad es un asunto de oportunidades. Para progresar en la vida, mujeres y hombres necesitamos adquirir conocimientos, destrezas y habilidades. Es decir, contar con doce años de escolarización y, en lo posible, con alguna clasificación para el trabajo, oficio técnico o profes...

Full description

Bibliographic Details
Main Author: Flaño M., Matías
Other Authors: Prat Vargas, Leopoldo
Language:es
Published: Universidad de Chile 2012
Subjects:
Online Access:http://repositorio.uchile.cl/handle/2250/100765
Description
Summary:Oportunidades. La igualdad es un asunto de oportunidades. Para progresar en la vida, mujeres y hombres necesitamos adquirir conocimientos, destrezas y habilidades. Es decir, contar con doce años de escolarización y, en lo posible, con alguna clasificación para el trabajo, oficio técnico o profesión. Es nuestro derecho, pues sólo la educación ofrece un camino seguro hacia el empleo, mejores ingresos y mayor bienestar. La sociedad tiene el deber de garantizar este derecho, asegurando a todos sus hijos una educación de calidad, que los prepare para seguir aprendiendo a lo largo de la vida. Desigualdades. Sociedades desiguales, como la nuestra, tienen dificultades para cumplir adecuadamente con su deber educacional. O bien excluyen a grupos de niños y jóvenes de la escuela, cosa que en Chile ya casi no sucede, o bien son incapaces de ofrecer a todos ellos una educación de similar calidad. Este último problema aqueja a nuestra sociedad. Hay diferentes canales educacionales y establecimientos escolares para niños, jóvenes y adultos que provienen de diferentes grupos sociales. Los hijos privilegiados tienen una formación privilegiada; los demás, educaciones de menor calidad. Perspectivas. Para avanzar necesitamos ahora que las oportunidades para acceder al conocimiento, cultivar nuestro talentos y adquirir destrezas necesarias para la vida se emparejen hacia arriba para todos. Esto supone gastar más en la educación de los que tienen menos; mejorar las capacidades de los establecimientos que atienden a los alumnos de los hogares y comunas de menores ingresos, y multiplicar las posibilidades para que estas familias puedan enviar a sus hijos más pequeños a jardines infantiles de calidad. Además, es imprescindible fortalecer la formación técnica; incrementar el número de becas para completar estudios secundarios y continuarlos en el nivel superior, y comprometer a municipios, empresas y comunidades locales en esta gran tarea. Sólo así llegaremos a ser una sociedad justa. Las estadísticas que a continuación se presentan, reflejan lo expresado anteriormente a nivel mundial y nacional.