Summary: | A través de la Arquitectura podemos realizar aportes al mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de nuestras ciudades. En particular, de quienes sólo tienen acceso a una arquitectura anónima emplazada en los sectores donde el valor del suelo lo permite.
La desigualdad urbana ha marcado la pauta en los temas de discusión de las década predecesoras. Esto debido a la dicotomía entre el incremento de soluciones habitacionales que el Estado ha otorgado y la calidad que deriva del emplazamiento y cualidad espacial de las mismas.
El hábitat residencial, se compone de una dimensión política-económica, socio-cultural y físico-territorial, siendo en esta dimensión donde la arquitectura se manifiesta con propuestas que abordan los temas sociales y también administrativos.
La espacialidad arquitectónica del Hábitat puede aportar a mejorar conductas de sus habitantes, generando una sinergia positiva. Sobretodo en quienes cargan con estigma social y poseen carencias económicas en el acceso a servicios y equipamientos.
El proyecto busca en su sentido más profundo generar un Hábitat Residencial propicio para el desarrollo humano. Humanizar la ciudad. Devolverla al peatón, sin obviar la necesidad de densificación e integración de nuevos mecanismos.
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