Summary: | El tema de esta tesis doctoral se inserta en un debate que cobra actualidad
cada vez que la Fiscalía General del Estado da a conocer que las
cifras de mujeres víctimas de malos tratos que deciden no declarar contra
su agresor. La Memoria de la Fiscalía dejó constancia que 2013 ha sido el
año en el que han ocurrido el mayor número de retiradas de acusaciones
(56.78%) motivadas por la dispensa del deber de declarar contemplada en
el artículo 416 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Pese a las mejoras legislativas e institucionales ocurridas en el estado
Español los actores del sistema penal se preguntan ¿Por qué las mujeres
no declaran? ¿Por qué deciden no colaborar con la justicia? ¿Por qué se
quedan con su agresor? Frente a las preguntas, el Consejo General del
Poder Judicial y la Fiscalía General del Estado proponen excluir de la dispensa
del deber declarar a las mujeres víctimas de malos tratos.
En mi investigación se invierten el sentido de las preguntas y nos interrogamos
¿Por qué el sistema penal no consigue la colaboración de las mujeres?
¿Cuáles son sus valores implícitos o explícitos respecto a la defensa
de las mujeres? ¿Qué no acaba de ver en dichas víctimas? Son un
conjunto de preguntas que se articulan alrededor de una cuestión central
en el debate planteado ¿Se debe obligar a declarar a las mujeres?
Para contribuir en el debate he realizado un análisis de las políticas de
actuación obligatoria (mandatory policies) y la forma en la que se insertan
en el sistema penal, he revisado literatura procesal sobre la dispensa del
deber de declarar y realicé un trabajo empírico que da voz a las usuarias
del sistema penal. === This doctoral thesis deals with a subject-matter that resurfaces annually in
the public debate when the Spanish State Public Prosecutor publishes how
many battered women decided not to testify against their aggressor. According
to the Prosecutor’s report for the year 2013, last year has been the
year with the highest ever percentage of withdrawn accusations (56.78%)
based on the right not to testify following article 416 of the Spanish Code of
Criminal Procedure.
Despite all the legislative and institutional improvements implemented by
the Spanish State, the actors of the criminal justice system still inquire why
battered women do not testify, why they abstain from cooperating with the
judiciary, why they stay with their aggressor. In the face of all these questions
the General Council of the Judiciary and the State Public Prosecutor
propose to exclude battered women from the right not to testify.
In my research the aforementioned questions are inverted and hence I
inquire as to why the criminal justice system fails to reach the cooperation
of battered women, what implicit or explicit values as regards the defense
of these women this system is built upon, what this system misses when it
comes to these victims. It is a bundle of questions entwined around the
one central question arising from this debate: Should battered women be
obliged to testify?
In order to contribute to this discussion I have realized an analysis of the
mandatory policies and how they fit into the criminal justice system, I have
reviewed the literature on the right not to testify and conducted an empirical
investigation that gives voice to the users of the criminal justice system.
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