Summary: | Los altos niveles de crecimiento de la economía peruana así como los conflictos
sociales han adquirido especial relevancia en las agendas de los medios de
comunicación y son conocidos tanto en el ámbito nacional como en el internacional.
Así, ambos están presentes en titulares, primeras planas, noticieros televisivos,
reportajes dominicales, entre otros, debido a su trascendencia en nuestro país y de su
impacto en nuestra sociedad.
Hoy podemos afirmar que este apogeo económico que vivimos se debe principalmente
al gran interés por parte del Estado en la promoción de la inversión de compañías
extractivas, principalmente en el sector minero. La minería en el Perú “genera grandes
divisas y representa el 62% de las exportaciones totales y el 45% de lo que recauda el
Estado como impuestos” (Castro 2009:22). Además, genera empleo permanente y
directo a aproximadamente de 108 mil personas y empleo indirecto a 432 mil más. El
impacto social que genera el sector minero no se concentra sólo en Lima sino que es
descentralizado ya que en 20 de 24 regiones del país hay explotación minera (Isasi
2007: 17-20).
Ante un panorama económico tan positivo para el Perú, diversos investigadores sociales
se cuestionan porqué a raíz de la apertura por parte del Estado a estas empresas,
nacionales y extranjeras, se ha generado en los últimos años un incremento de los
conflictos socio-ambientales. Cabe añadir que estos conflictos nacen en los pueblos más
alejados y remotos de nuestro país y es sólo a través de los medios de comunicación que
logran ser visibilizados una vez que estalla la crisis. La visibilidad mediática de estos
conflictos permite que éstos logren salir de la esfera local para alcanzar a la esfera
nacional y así las autoridades del Gobierno central puedan prestar atención y tomar las
medidas necesarias para que el conflicto no siga escalando. === Tesis
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