Summary: | Este trabalho propõe pensar a clínica do Acompanhamento Terapêutico (AT) como uma prática de atendimento que se realiza pela ação concreta de se acompanhar o sujeito em dificuldade, com vistas a se atingir o objetivo terapêutico de romper seu isolamento e exclusão do convívio social. Os clientes podem ser portadores de transtornos ou deficiências mentais, ou outras condições que demandem esse tipo de atendimento. É uma clínica que se dá fora dos espaços tradicionais de tratamento: hospitais, consultórios e clínicas, servindo de apoio a esses serviços. Sua especificidade se estabelece quando se realiza nos espaços públicos, conforme a necessidade, seja no local de trabalho, ou na residência, ou mesmo em shoppings, parques, centros comunitários, museus, escolas, ou pelas ruas do bairro. É a chamada clínica da cidade, em que acompanhante terapêutico (at) e acompanhado (cliente) percorrem os espaços comunitários possíveis no alcance do objetivo da ressocialização, processando o vínculo terapêutico que se estabelece na relação entre ambos. Uma característica dessa prática é a possibilidade de ser referenciada teoricamente, por múltiplos olhares. Neste trabalho, o enfoque da psicoterapia corporal será utilizado para análise dos atendimentos, mediante o conceito da auto-regulação. O AT será descrito, retrospectivamente, a partir de uma breve trajetória histórica dos modelos de atendimento em saúde mental, para depois ser visto em sua própria gênese, chegando até os dias de hoje, em que ainda se constrói rumo a um melhor delineamento de sua prática, que é originária do processo que vem se configurando toda a assistência em saúde mental desde o advento da Reforma Psiquiátrica. Como objeto deste estudo apresento a questão: de que maneira pode ser praticada a clínica do Acompanhamento Terapêutico, em seu processo de construção, tendo em vista o enfoque da psicoterapia corporal, objetivando a auto-regulação social do cliente acompanhado? O objetivo é poder contribuir para a ampliação do campo de reflexão sobre a prática clínica do AT, abrindo espaço para outras discussões e novas possibilidades da ação profissional da enfermagem e para a área de saúde como um todo. A estratégia metodológica utilizada foi o estudo de caso clínico de quatro (4) acompanhamentos, encaminhados por diferentes profissionais, a partir da necessidade de clientes que demandavam atendimento em AT. Os dados foram coletados através de um roteiro das observações dos acompanhamentos (ROA), o diário de campo e as intervenções realizadas. A análise dos dados indica convergências que sinalizam a posição de ponte que o acompanhante terapêutico pode ocupar em meio às intervenções, entre o cliente e os profissionais que intervinham no tratamento. Resultados favoráveis foram observados na relação entre o cliente e a família, bem como na disposição para o retorno ao trabalho, fator desencadeador de angústia, em alguns casos. O movimento é parte integrante dessa clínica extra-muros e apareceu, principalmente, configurado pelo ato de acompanhar, corporalmente, o portador do sofrimento psíquico. O ato de acompanhar já guarda, em si, uma dimensão corporal e se estabelece na condução dos atendimentos, a partir dos corpos do acompanhante e do acompanhado, dispostos lado a lado no contexto vivo da interação que instaura a clínica do AT. A auto-regulação social dos acompanhados pode ser vista e considerada, a partir do resgate de suas potencialidades no manejo dos desafios da vida cotidiana e da retomada de suas relações no trabalho e na família.
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Este trabajo tiene como propuesta pensar en la clínica del Acompañamiento Terapéutico (AT) como una práctica de atención que se realiza por la acción concreta de acompañar al sujeto en dificultad, con vistas a alcanzar el objetivo terapéutico de romper su aislamiento y exclusión de la convivencia social. Los clientes pueden ser portadores de trastornos o minusvalidez psíquica, u otras condiciones que soliciten ese tipo de atención. Es una clínica que se pasa fuera de sus locales tradicionales de tratamiento: hospitales, consultorios y clínicas, que sirve de soporte a esos servicios. Su especificidad se establece cuando se realiza en los locales públicos, según la necesidad, sea en el ambiente de trabajo, o en el domicilio particular, o incluso en centros comerciales, parques, centros comunitarios, museos, escuelas, o por las calles del barrio. Es la llamada clínica de la ciudad, en el que el acompañante terapéutico (at) y el acompañado (cliente) recorren los espacios comunitarios posibles en el alcance del objetivo de la resocialización, procesando el vínculo terapéutico que se establece en la relación entre ambos. Una característica de esa práctica es la posibilidad de ser referenciada teoricamente, por múltiples miradas. En este trabajo, el enfoque de la psicoterapia corporal será utilizado para análisis de los atendimientos, mediante el concepto de la auto-regulación. Originária del proceso que viene configurándose toda la asistencia en salud mental desde el advenimiento de la Reforma Psiquiátrica, el AT será descrito, retrospectivamente, a partir de una breve trayectória histórica de los modelos de atendimiento en salud mental, para después ser visto en su propia génesis, llegando hasta hoy, en el que todavía se construye rumbo a una mejor delineación de su práctica. Como objetivo de este estudio presento la cuestión: ¿de que manera puede ser practicada la clínica del Acompañamiento Terapéutico, en su proceso de construcción, teniendo en cuenta el enfoque de la psicoterapia corporal, objetivando la auto-regulación social del cliente acompañado? El objetivo es poder contribuir para la ampliación del campo de reflexión sobre la práctica clínica del AT, abriendo espacio para otras discusiones y nuevas posibilidades de acción profesional de enfermería y para la area de salud como un todo. La estrategia metodológica utilizada fue el estudio de caso clínico de cuatro (4) acompañamientos, encaminados por diferentes profesionales, a partir de la necesidad de clientes que solicitaban atendimiento en AT. Los datos fueron colectados por medio de un guión de las observaciones de los acompañamientos (GOA), el diario de campo y las intervenciones realizadas. El análisis de los datos indica convergencias que señalan la posición de puente que el acompañante terapéutico puede ocupar en medio a las intervenciones, entre el cliente y los profesionales que intervenían en el tratamiento. Resultados favorables fueron observados en la relación entre el cliente y su familia, así como en la disposición para el regreso al trabajo, elemento desencadenante de la angustia, en algunos casos. El movimiento es parte constituyente de esa clínica extra-muros y apareció, principalmente, configurado por el acto de acompañar, corporalmente, el portador del sufrimiento psíquico. el acto de acompañar ya trae en sí una dimensión corporal y se establece en la conducción de los atendimientos, a partir de los cuerpos del acompañante y del acompañado, dispuestos lado a lado en el contexto vivo de la interacción que instaura la clínica del AT. La auto-regulación social de los acompañados puede ser vista y considerada, a partir de la recuperación de sus potencialidades en el manejo de los desafios de la vida cotidiana y de la reanudación de sus relaciones en el trabajo y en la familia.
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