Summary: | O presente estudo desdobrou-se em duas direções: primeiramente, no desenrolar das funções de escritor e leitor ocupadas por sujeitos adultos ao longo de uma oficina de escrita; em segundo lugar, nos contornos de que se reveste o lugar do oficineiro enquanto leitor do que se produz nesse espaço. Desenvolvida a partir da experiência de Coordenação de uma oficina de escrita no Centro de Atenção Psicossocial (CAPS) do Município de Esteio, no Rio Grande do Sul, essa atividade aconteceu no período de março de 2003 a junho de 2006. A proposta era que os participantes fossem convidados a escrever e a ler seus escritos, na aposta de que esse convite pudesse abrir um espaço de produção de si e que o estímulo ao compartilhamento do escrito incrementasse as possibilidades de subjetivação no laço com o Outro. A psicanálise, principalmente a partir das obras de Freud e Lacan, foi utilizada enquanto lente que ajudou a ler e a produzir a experiência, ou seja, serviu de fonte teórica e metodológica para desenvolver a pesquisa. O trabalho de oficina terapêutica situa-se num espaço de fronteira entre o clínico e o educacional, em que o objetivo é o de constituir um lugar onde o escrever e o ler possam produzir efeitos subjetivos. Há a produção de um objeto, o texto, envolvendo o trabalho sobre a linguagem a partir de seu compartilhamento com terceiros. Além disso, existe uma indissociabilidade da escrita e da leitura, especialmente do olhar sobre o escrito e da voz na leitura, que se apresentam como marca de singularidade. A folha de papel, em algumas circunstâncias, pode oferecer-se como superfície de expressão e de construção de si. Participaram da pesquisa dois sujeitos que emprestaram seus textos para serem investigados e (re)lidos. Os escritos em oficina foram apresentados junto com as leituras realizadas. O interesse recaiu sobre o modo como os textos, postos em seqüência, produziam um tecido cujos pontos de continuidade, corte, coerência, inovação e estilo se faziam ver em movimentos que se relançavam a cada produção. Em momento algum se almejou fazer uma psicologia do autor ou tomar os textos como ilustração dos casos clínicos. A partir das análises desenvolvidas, foram tecidas reflexões acerca das posições de escritor e leitor de um texto e das possibilidades de utilizá-las enquanto dispositivos de trabalho no atendimento a sujeitos com grave sofrimento psíquico. Da mesma forma, foram traçadas considerações acerca do fazer em oficina e do papel do oficineiro enquanto aposta na criação de um sujeito escritor. Ampliou-se a discussão da posição de leitura como um lugar que necessita ser construído pelo oficineiro, ancorado no desejo de que o que está sendo lido possa se configurar como uma escrita. === El presente estudio se desdobló en dos direcciones: primeramente en el desarrollo de las funciones de escritor y lector, ocupadas por sujetos adultos a lo largo de un taller de escritura; en segundo lugar, en las especificidades del lugar del coordinador del taller en cuanto lector de lo que se produce en ese espacio. Desarrollada a partir de la experiencia de coordinación de un taller de escritura en el Centro de Atenção Psicossocial (CAPS) de la municipalidad de Esteio, en Rio Grande do Sul (Brasil), esa actividad ocurrió en el período de marzo de 2003 a junio de 2006. La propuesta era que los participantes fuesen invitados a escribir y a leer sus textos, en la apuesta de que esa invitación pudiese abrir un espacio de producción de si y que el estímulo a la compartición de lo escrito ampliase las posibilidades de subjetivación en el vínculo con el otro. El psicoanálisis, principalmente a partir de las obras de Freud y Lacan, fue utilizado como lente que ayudó a leer y a producir tal experiencia, o sea, sirvió de base teórica y metodológica para el desarrollo de la investigación. El trabajo del taller terapéutico se ubica en un espacio de frontera entre lo clínico y lo educacional. Su objetivo es construir un lugar donde el escribir y el leer puedan producir efectos subjetivos. Hay la producción de un objeto — el texto — que envuelve el trabajo sobre el lenguaje a partir de su compartición con terceros. Además, hay una indisociabilidad entre la escritura y la lectura, especialmente de la mirada sobre lo escrito y de la voz en la lectura, que se presentan como marca de singularidad. La hoja de papel, en algunas circunstancias, puede ofrecerse como superficie de expresión y de construcción de si. Participaron de la investigación dos sujetos que permitieron que sus textos fuesen investigados y (re)leídos. Los textos escritos en el taller fueron presentados juntamente a las lecturas realizadas. El interés recayó sobre el modo cómo esos textos, puestos en secuencia, producían un tejido cuyos puntos de continuidad, corte, coherencia, innovación y estilo se hacían ver en movimientos que se relanzaban a cada producción. En ningún momento se pretendió hacer una psicología del autor o tomar los textos como ilustración de los casos clínicos. A partir de los análisis desarrollados se tejieron reflexiones acerca de las posiciones de escritor y lector de un texto y de las posibilidades de utilizarlas como dispositivos de trabajo en la atención a sujetos con grave sufrimiento psíquico. De la misma forma, fueron trazadas consideraciones sobre el hacer en taller y el papel del coordinador del taller como alguien que apuesta en la creación de un sujeto escritor. Se amplió la discusión de la posición de la lectura como un lugar que necesita ser construido por el coordinador, anclado en el deseo de que lo que se leye pueda configurarse como una escrita.
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