Summary: | Resulta que, pasan las décadas y la Escuela Académico Profesional de Comunicación Social de la UNMSM, hasta el 2011, como que no hallara la fórmula para actualizar y dar respuestas internas a interrogantes que lindan con sus problemas visibles e invisibles, conviven con ellas a lo largo del proceso de formación académico profesional. Las recomendaciones normativas de la universidad señalan que las evaluaciones y reajustes de los diseños curriculares en cada escuela deben ser permanentes o con un tiempo máximo de cada quinquenio. A la luz del Estatuto, las escuelas, constituyen sus correspondientes comisiones curriculares y se deja para que éstas se organicen con la participación del Comité Asesor que debe elaborar un plan de trabajo y se espera que, con la convocatoria al pleno de docentes se pueda aprobar los lineamientos y el documento concluidos, ser elevado al Consejo de Facultad y se redacte la respectiva resolución de ejecución.
Toda esta acción a desarrollarse en una semana o quizás días más, dentro de las llamadas Jornadas Curriculares. Esta descripción aparentemente sencilla para su cumplimiento es una tarea compleja, más si la Comisión no posee las facilidades de una estricta tecnología de educación superior aplicada. Es notoria la angustia cuando el tiempo que se dispone es corto, se saltan etapas del proceso prescindiendo armar cada uno de los momentos que se requiere para la redacción de un diseño curricular o, así sea, de uno de los elementos del diseño que puede ser el plan de estudios o del perfil profesional, de los objetivos, etc..
La tecnología de la educación superior define para estos propósitos la necesidad empezar con el diagnóstico situacional (o previa evaluación diagnóstica), acción tan importante que no es atendido hace más de cinco años en la institución. Se reajusta directamente el plan de estudios, trabajándose de buena fe, gracias a la imaginación de la Comisión o experiencias personales de sus integrantes. Tenemos casos en que ni siquiera es nombrada la comisión y aflorando el riesgo de acciones autoritarias. El pleno de docentes siempre se halla presto a participar, según lineamientos.
Los problemas no se dejan esperar, ¿En base a qué estudios se equipa, monta o se define ambientes, laboratorios, equipos, cabinas y talleres?, Con qué criterios o demandas se modifican las asignaturas o Plan de Estudios?, ¿cómo se programan las prácticas pre profesionales?, ¿El plenario de docentes aprobó el nuevo plan de estudios?, etc.
Nuestra tesis está centrada en el valor del diagnóstico situacional o evaluación diagnóstica como pieza fundamental en la elaboración del diseño curricular para la formación profesional del comunicador y que daría posibles respuestas a las interrogantes planteadas.
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