Summary: | La fortificación ejecutada al finalizar la Guerra Civil Española en la orilla norte del estrecho de Gibraltar, en una franja litoral de más de cien kilómetros entre Conil de la Frontera y San Roque, tenía por objetivos controlar la navegación entre el Atlántico y el Mediterráneo, bloquear el Peñón de Gibraltar, y defenderse de un posible desembarco enemigo. Dada la capacidad de destrucción y el alcance de la artillería, la progresiva dispersión de los elementos convierte a la fortificación en un verdadero sistema fortificado, un conjunto compuesto por diversas redes o subsistemas con una importante componente territorial.En este artículo se pone el acento en esos subsistemas, entendiendo que tanto ellos como las arquitecturas que los componen se vinculan con lo patrimonial y muestran una sugerente relación con el paisaje.
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