Interview with Francisco Michavila Pitarch
Francisco Michavila Pitarch, Catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid y Rector honorario de la Jaume I de Castellón. Ha sido director de la ETSI de Minas de la UPM, secretario general del Consejo de Universidades y rector de la Universitat Jaume I. Actualmente es el Director de la Cátedra...
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Format: | Article |
Language: | Spanish |
Published: |
ADIDE Federación
2009-04-01
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Series: | Avances en Supervisión Educativa |
Online Access: | https://avances.adide.org/index.php/ase/article/view/418 |
Summary: | Francisco Michavila Pitarch, Catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid y Rector honorario de la Jaume I de Castellón. Ha sido director de la ETSI de Minas de la UPM, secretario general del Consejo de Universidades y rector de la Universitat Jaume I. Actualmente es el Director de la Cátedra UNESCO de Gestión y Política Universitaria.
En el año 2007 se le concedió la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio, distinción que se otorga a personas que hayan contribuido en grado extraordinario al desarrollo de la educación, la ciencia, la cultura, la docencia o la investigación.
Su contribución a la construcción de las universidades europeas ha sido reconocida con la Orden Nacional del Mérito de la República Francesa. Además, es Académico Numerario de la Academia Europea de Ciencias y Artes, Miembro de Honor de la Asociación Alexander von Humboldt y Patrono de la Fundación Giner de los Ríos, entre otros nombramientos.
Antes de introducirnos en el tema del EEES, permítame plantearle alguna cuestión de interés para nosotros.
AVANCES: Diríjase al profesorado de todos los niveles no universitarios y díganos ¿cuál sería el perfil ideal de un alumno que inicia estudios en la universidad, qué tipo de formación, conocimientos, actitudes, disposición...?
El futuro estudiante universitario debe caracterizarse por tener ilusión, por mostrar interés por el aprendizaje. Debe ser consciente de que los años que pasará en la Universidad pueden ser decisivos en su vida. Además de esto, que es lo más importante, debe tener una sólida base científica y humanística, estar acostumbrado a leer, saber expresarse en inglés y acceder a las diferentes formas de información y comunicación. Es necesario, también, que los estudiantes estén habituados a aprender mediante diferentes formas. Para ello, es pertinente que el profesorado de niveles no universitarios se implique en la tarea de renovación de los tradicionales métodos de enseñanza para propiciar una formación más eficaz en los estudiantes a lo largo de todo el sistema educativo.
Es urgente una mayor conexión entre la Universidad con otros niveles educativos, sobre todo si consideramos la educación como un continuum, como los institucionistas lo concibieron. Una conexión reflejada en una mayor comunicación entre los profesores de todas las etapas y un mayor compromiso por parte de la Universidad en la integración de los estudiantes en su vida académica y social.
AVANCES: ¿Cómo llegan nuestros alumnos a los estudios universitarios? ¿Son suficientes los dos cursos en que se estructura el bachillerato? ¿Es suficiente la formación que reciben los alumnos que han cursado ciclos formativos de grado superior de la FP?
Hay que romper con el mito de que cada vez los estudiantes llegan peor preparados a la Universidad. No es cierto. Son diferentes. Al igual que diferente es, también, la Universidad del hoy respecto de la del ayer. Tenemos la generación de jóvenes mejor formada de la Historia de este país, como también la mejor Universidad de todos los tiempos. Pero esto no es suficiente. Hay que esforzarse porque los estudiantes no sólo aprendan contenidos de carácter enciclopedista y memorístico, sino que también realicen aprendizajes de un modo más holístico. En palabras de Delors, que aprendan a conocer, a convivir, a hacer y a ser.
En cuanto a la duración del bachillerato, vuelvo a la consideración de la educación como un continuum, con lo cual toda la formación recibida debiera estar enfocada a objetivos claros de aprendizaje y que posibiliten la continuidad de la formación. Además, el problema no debe focalizarse en la estructura de acumulación de conocimiento sino más bien en que ésta posibilite una educación activa. Una educación que prepare de una forma diferente para una mejor adquisición de los contenidos y competencias. Respecto a la formación de la Formación Profesional de grado superior, no creo que sea deficitaria en comparación con la que se recibe en bachillerato, es diferente dado que provienen de objetivos formativos distintos, pero en ambos casos, debieran proporcionar la base necesaria para el inicio de estudios universitarios.
AVANCES: Recientemente las universidades demandan alumnos, de hecho, la demanda en la mayoría de las ramas del saber en que se dividen los estudios universitarios no cubre la oferta de plazas ¿Hay demasiadas universidades o existe menor interés de los alumnos por los estudios universitarios?
No creo en absoluto que sobren universidades en nuestro país, no puede sobrar nunca conocimiento en una sociedad que pretenda avanzar en bienestar social y económico. Por tanto, no sobran plazas universitarias ni estudiantes. Lo que sí es necesario es un sistema universitario diversificado y no homogéneo como el que tenemos, mejor planificado. Cada universidad debe apostar por aquello en lo que se considere que es mejor, por aquello que pueda distinguirla. No podemos tener universidades clónicas. No todas pueden hacer lo mismo y de excelencia. Al respecto, la "Estrategia Universidad 2015" y los "Campus de Excelencia", ambos proyectos del Gobierno Central y coordinado con las CCAA y las universidades, se orientan por esta idea y la amplían con un enfoque internacional. Es necesario que las universidades oferten estudios originales, atractivos, y de calidad, sobre todo en aquellas disciplinas con déficit de demanda, al tiempo que una política de becas a los estudiantes que facilite e incentive su movilidad al centro de estudios que desee, independientemente de su localización. La reducción de alumnos en algunas ramas y una buena ratio profesor-alumno favorece la diversidad metodológica y una formación más personalizada. Además, en la medida que las universidades españolas adquieran una dimensión internacional, éstas podrán atraer más estudiantes extranjeros, aspecto en el que la situación actual es muy deficiente (tan sólo el 1% de los alumnos son extranjeros).
AVANCES: Explique, por favor a nuestros lectores, brevemente, el Espacio Europeo de Educación Superior.
La creación de un Espacio Europeo de Enseñanza Superior implica una convergencia de los sistemas universitarios europeos que permita la equiparación de las titulaciones. Para ello se ha instrumentalizado un sistema común de reconocimiento basado en el crédito ECTS, a través del cual se mide tanto las horas presenciales como el resto del tiempo de aprendizaje del estudiante fuera del aula. Además, se ha diseñado un Suplemento al Diploma que contiene la información más importante sobre los estudios realizados y facilita su reconocimiento. Esta equiparación de carreras permitirá, además, la movilidad de los estudiantes por las distintas universidades europeas y la garantía de encontrar en cada una de ellas unos estándares de calidad comunes a todos los estados miembros.
Se trata, por tanto, de llevar el movimiento europeísta al plano de las personas, más allá de la libre circulación a la dimensión social de la educación superior. Después de la Europa de la economía y del euro llega la Europa social, la Europa del conocimiento, otorgando a la educación el papel que le corresponde como generadora de riqueza y cohesión en Europa.
AVANCES: Usted defiende el Espacio Europeo de Educación Superior ¿Cómo definiría el principal cambio que supone Bolonia para la universidad de España?
El proceso de Bolonia va a obligar a las universidades españolas a enfrentarse a algunos retos que tarde o temprano tendrían que plantearse. Es difícil definir uno como principal, pero podría decirse que la principal reforma está en el paradigma educativo, en poner al estudiante en el centro del proceso y hacer de éste un proceso más dinámico y activo para los estudiantes.
Además, en el terreno práctico hay muchos cambios significativos, como por ejemplo la reforma de titulaciones, la duración de las mismas, la revisión del sistema de créditos, la renovación de las metodologías educativas...
En definitiva, aspectos encaminados, todos ellos, hacia la consecución de una educación más activa y participativa, y a mejorar una formación con una orientación más internacional. Sin duda, esta es, también, una ocasión excepcional para dar un salto en términos de calidad en nuestro sistema universitario a través de la introducción de procesos de verificación llevados a cabo por organismos independientes.
AVANCES: ¿Tras esta operación hay, como se ha dicho, una reconversión cultural destinada a reducir el tamaño de las universidades y someter su régimen de funcionamiento a las necesidades del mercado?
Desde las posiciones en contra del proceso de Bolonia se han lanzado ideas como estas que probablemente están cargadas de ánimo de debate pero también de desinformación. En lo que respecta al tamaño, los nuevos métodos de enseñanza exigen grupos menos numerosos para que el aprendizaje pueda ser tutorizado correctamente por el profesor, se pueda extender el uso de TIC´s, y la adquisición de conocimientos se realice de una manera más personalizada. Pero esta exigencia únicamente afecta al tamaño de las clases, no al de la universidad en sí.
En cuanto a la relación con el mercado, no se trata de que la universidad esté subordinada con respecto a éste sino coordinada. Pero eso no significa que las demandas económicas sean las únicas ni siquiera las más importantes. La universidad tiene un compromiso con la sociedad en su conjunto que debe comenzar a cumplir. De este modo no se pueden seguir ignorando las demandas de su entorno de tal manera que sigamos egresando titulados desconectados de su contexto social.
AVANCES: ¿Se verá resentida la autonomía universitaria como consecuencia del proceso de aplicación de los compromisos de Bolonia?
La autonomía universitaria tal como se presenta en la actualidad no se ve resentida, sólo cambia el marco en el que se ejerce. En el proceso mismo en el que están metidas las universidades para adaptar su oferta académica, éstas conservan la autonomía para diferenciar su oferta de otras, con lo cual están en un ejercicio de su autonomía.
Bolonia es en sí una oportunidad para las universidades, aunque responde a la intención de crear un marco común entre sistemas educativos diferentes, no encorseta a nadie sino que ofrece un nuevo panorama de colaboración, creando puentes y eliminando barreras.
Por otra parte, al contrario de lo que algunos podrían pensar, la incorporación de la evaluación no mina la autonomía universitaria, sino al contrario, dota a las universidades del equilibrio de la responsabilidad que les permite desarrollar su autonomía con más confianza por parte de la sociedad.
AVANCES: Si el énfasis se pone en las habilidades y destrezas ¿significa esto una drástica reducción de los conocimientos?
Con Bolonia ni se baja el nivel de exigencia ni la calidad en la formación. Todo lo contrario. Se exige y requiere una mayor implicación de los estudiantes respecto a su proceso formativo y, con ello, se garantiza un mayor y mejor aprendizaje, ya que se entiende que es más efectivo. También exige una mayor implicación del profesorado en el seguimiento y orientación del aprendizaje de los estudiantes. Dicho esto, es necesario admitir que hay contenidos en la formación universitaria que pueden revisarse, contenidos cuya inclusión en los planes de estudio dista mucho de ser necesaria para la profesión para la cual se están formando los estudiantes.
Por otra parte, en España los datos de abandono se sitúan en torno al 30%; la media de la Unión Europea es del 16%. El objetivo de la Comisión Europea fijado para el próximo año es reducirla hasta el 10%. Algo falla en nuestro sistema universitario cuando somos casi tres veces menos eficientes que la media europea; cuando, por ejemplo, las ingenierías duran mucho más del tiempo programado; cuando esto es asumible tanto por la universidad como por los estudiantes que deciden cursar estos estudios; cuando no se busca una buena gestión del tiempo ni de los recursos universitarios.
Esta revisión de cómo lo estamos haciendo las universidades es también parte de la rendición de cuentas que espera la sociedad sobre nuestra Misión.
AVANCES: El proceso de Bolonia ¿desmonta y abarata nuestra actual universidad con el señuelo de una competitividad futura?
Bolonia no puede tener ese efecto en nuestra universidad cuando los objetivos de este proceso son muy claros y todos positivos para los universitarios europeos.
Aunque ahora mismo contemos con la mejor universidad de toda nuestra Historia, debemos reconocer que competitivamente no estamos muy bien ubicados en el panorama mundial; nos guste o no, las universidades españolas apenas tienen presencia en los rankings internacionales, a pesar de que España sea una de las mayores economías mundiales. Evidentemente algo no se ha hecho bien. Pretender que la universidad española está bien como está y no requiere reformas es colocarse una venda ante la realidad.
Por otra parte, mejorar la empleabilidad de nuestros universitarios no es abaratar la universidad sino dotarlos de más valor como profesionales. Asegurarse que los egresados de nuestras universidades son capaces de expresarse en otra lengua distinta a la suya, de incorporarse con éxito al mundo laboral o, de potenciar su emprendimiento e innovación, son motivos suficientes para plantearse la revisión de la educación superior que hemos venido haciendo en España.
AVANCES: ¿Por qué protestan los estudiantes? ¿Temen la desaparición de las titulaciones menos rentables en el mercado laboral? ¿Se están atendiendo sus quejas y propuestas?
Los estudiantes protestan porque evidentemente les preocupa lo que se esté haciendo con la universidad. El sentido de sus protestas puede tener distinta interpretación, pero lo que resulta incuestionable es que algo falló en la forma en la que gobiernos y universidades han comunicado este proceso de transformación. Algunas de sus demandas están relacionadas con lo que hemos hablado a lo largo de esta entrevista, la "mercantilización" o "privatización" de la universidad, etcétera, con lo que no estoy de acuerdo.
Respecto a la desaparición de titulaciones menos rentables, lo que no es posible es que tengamos una oferta tan poco planificada bajo criterios racionales. La universidad protege y protegerá todo campo de conocimiento, pero sí debe tender hacia una mejor planificación de su oferta. Con esto quiero decir "no" a la desaparición pero "sí" a la planificación.
AVANCES: Y los profesores ¿cómo ven la reforma que supone la adaptación al EEES? ¿Es posible Bolonia sin un profesorado comprometido en el proceso? ¿Cómo convencer al profesorado escéptico?
Te respondo a la segunda parte de la pregunta. No, no es posible Bolonia sin un profesorado comprometido en el proceso, y en términos generales, creo que la mayoría de ellos lo están, y han dedicado muchas horas a avanzar en este proceso de convergencia, muchas veces sin la información suficiente que les mostrase el camino y el destino. Para llegar al punto del proceso en el que nos encontramos, la colaboración del profesorado ha sido indispensable y es muy importante que esto se reconozca.
El esfuerzo ha sido y está resultando titánico, sobre todo considerando que el proceso de adaptación convenido hace casi diez años no se ha empezado a plasmar en el sistema universitario español hasta 2004 con los primeros cambios en la normativa universitaria. Los profesores se ven, entonces, metidos en un proceso de adaptación contra reloj.
Creo que la mayoría de los profesores universitarios españoles están convencidos de los fines de Bolonia, y los que pudieran ser críticos, lo son más respecto a la forma como se ha desarrollado el proceso.
AVANCES: El título V de la LOU introduce la evaluación y acreditación individual del profesorado universitario ¿Qué se está haciendo al respecto? ¿Quién controla la calidad de la docencia de un profesor universitario? ¿Debería haber un sistema de inspección eficaz?
La evaluación y la acreditación, tanto de las instituciones de educación superior como del profesorado es uno de los aspectos centrales en el Espacio Europeo de Educación Superior, ya que es una forma de medir y reforzar, como servicio público, la calidad, la transparencia y la competitividad.
En este sentido se ha avanzado mucho, y es normal que el proceso genere algunas críticas. Actualmente, tanto la agencia estatal de evaluación de la calidad, como las agencias autonómicas han desarrollado diferentes programas para la evaluación y la acreditación del profesorado. Hay que seguir trabajando en esa línea para valorar cada día más la tarea docente del profesorado, y dar un salto hacia una evaluación y acreditación internacional.
AVANCES: ¿Docencia o investigación? ¿Va a verse modificado el horario y el trabajo del profesor tras la aplicación de los compromisos de Bolonia?
Son dos caras de una misma moneda, y dentro de la universidad una no puede ir sin la otra. Hasta la fecha se ha hecho un mayor énfasis en la investigación, relegando la docencia a una posición desventajosa, por ello el reconocimiento de esta tarea habrá de darle un impulso de valoración entre el profesorado.
El Espacio Europeo de Educación Superior, realzando el papel central del alumno en el proceso de aprendizaje, exige un cambio metodológico en el docente y por ende, un cambio en la organización del tiempo de éste respecto a la docencia. Lo importante es que esta renovación metodológica, ligada a un incremento de la valoración en los procesos de evaluación y acreditación va a permitir avanzar hacia ese cambio de paradigma educativo propuesto por el EEES.
AVANCES: En EEUU la universidad se financia en función de sus proyectos y sus resultados. ¿Cree usted que en España sería posible este tipo de financiación? Al menos ¿sería posible la evaluación de los resultados? ¿Ante quién se debería rendir cuentas?
En España ya hay universidades que tienen parte de su financiación ligada a objetivos, con sistemas de evaluación de resultados muy bien definidos. No es algo nuevo, aunque sí de insuficiente presencia. Sin embargo, el cambio que se ha venido generando en los últimos años de incorporar criterios asociados a los resultados en la financiación va cobrando mayor importancia y relevancia, y es consecuencia no sólo de la búsqueda de mayor eficiencia, sino del reconocimiento de la obligación de la universidad de rendir cuentas a la sociedad, de ahí, también, la importancia de fortalecer este vínculo con el entorno.
No sólo la valoración de los resultados en la financiación es un tema emergente en el modelo en el que las universidades son financiadas, también la diversificación de las fuentes es importante que se tenga en cuenta. Con esto quiero decir que no sólo deben mejorarse la financiación pública de la universidad, sino también la privada.
Muchas gracias
Milagros Muñoz Martín |
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ISSN: | 1885-0286 1885-0286 |