Summary: | En el presente artículo analizamos una de las múltiples formas a partir de las cuales las organizaciones estudiantiles y de graduados de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNL intervinieron en el proceso abierto por la “Revolución Libertadora” en 1955. Cancelada la estrategia de pacificación conducida por Lonardi, el ascenso de Aramburu impone una política de desperonización de la sociedad, que buscó eliminar “todo vestigio del régimen depuesto” a partir de la exclusión de sus símbolos, prácticas y principales referentes. Al interior de las universidades, aquella política se expresó en dos dimensiones distintas. Por un lado, a partir de la derogación de las leyes universitarias del peronismo y la restitución de la autonomía universitaria; por el otro, a través de las cesantías y el llamado a concursos al interior de todas las cátedras. El Centro de Estudiantes, la Agrupación Humanista y el Colegio de Graduados participaron activamente de este proceso, a partir de la impugnación de los candidatos a los concursos llamados en la FFyL a principios de 1956. De esta forma, en las páginas que siguen, analizaremos este caso como una dimensión “al ras del suelo” del proceso de desperonización. No obstante, sostenemos que su estudio permite poner en suspenso la antinomia peronismo-antiperonismo, al pensar las impugnaciones como canales de intervención política y vehículos de reconfiguración identitaria.
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