Summary: | Desde la Colonia, el Altiplano de Lípez fue construyéndose como región sobre la base de las explotaciones mineras. Sin embargo, con el paso de los siglos, las minas fueron agotándose, la minería entró en crisis y las comunidades se vieron abocadas a la depresión económica. Actualmente, tan sólo algunas explotaciones se mantienen en activo, pero en la memoria colectiva sobrevive con fuerza el recuerdo de aquellos tiempos de bonanza, presentes en el imaginario a partir de las historias de tesoros escondidos. Uno de estos tesoros es la Mina Chawincha, que la comunidad de Santiago “K” (Nor Lípez, Dpto. Potosí, Bolivia) habría perdido como consecuencia de un trato fallido con el Tío, y para cuya recuperación se necesitaría de un sacrificio humano, algo a lo que la comunidad se niega. Así, tomando como punto de referencia las implicaciones éticas del sacrificio, en este trabajo analizaré el discurso mantenido por los santiagueños para rechazar la posibilidad de la reactivación económica en virtud de mantener íntegra su identidad.
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