Summary: | El presente trabajo es el fruto de una breve visita realizada en 1993 a los servicios de salud de Canadá como parte del Programa de Formación en Salud Internacional de la OPS, y de un subsiguiente ejercicio de investigación, discusión y análisis. No pretende en modo alguno ser exhaustivo, sino más bien aproximarse a uno de los aspectos relevantes del sistema: su financiamiento. El objetivo central es identificar algunas de las virtudes y limitaciones de un sistema de salud que se considera de los más eficientes, efectivos y equitativos del mundo. A pesar de que el gobierno federal y los gobiernos provinciales financian el sistema de salud canadiense, la contención de costos es una preocupación constante, ya que factores como el uso creciente de tecnologías de alta complejidad, la atención hospitalaria y el tratamiento prolongado de las enfermedades crónicas y degenerativas contribuyen a aumentar los costos. La progresiva reducción del presupuesto federal ha llevado a un uso más eficiente de los recursos y a la racionalización de la capacidad instalada. Asimismo, la relativa sencillez con que funciona el sistema ha permitido mantener bajos los costos administrativos. Además, se han ideado otras formas de atención, como los centros locales de atención comunitaria, la atención domiciliaria y en asilos para promover la autosuficiencia en la medida de lo posible, y el uso de personal voluntario, para controlar parcialmente el incremento de los costos. La participación de la población en la planificación de los servicios de salud y en la toma de decisiones le permite orientar su desarrollo. Dada la situación actual, resulta imprescindible, sin embargo, modificar el sistema para adecuarlo a los desafíos planteados por el siglo XXI.
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