Summary: | Introducción: Cuando los jóvenes ingresan a la universidad, desean alcanzar una serie de objetivos entre los cuales se encuentran: aprobar las asignaturas, obtener buenas calificaciones, graduarse, etc. Al ir cumpliendo cada una de estas metas, experimentan una serie de emociones, por ejemplo: alegría, gozo, satisfacción, felicidad, entre otras. Estas pueden llegar a tener una gran influencia en su desempeño académico, y con ello contribuir a que tengan una trayectoria escolar constante y regular. Así, contrastan con sus compañeros que no logran alcanzar las metas que se propusieron al ingresar a la educación superior, y que experimentan emociones como enojo, vergüenza, aburrimiento y desesperanza. Los objetivos de la investigación fueron comparar y correlacionar las emociones y estrategias de afrontamiento al considerar los diferentes grupos: hombres, mujeres, con reprobación y sin reprobación, cuando aprueban un examen que consideran difícil.
Método: Se utilizaron la “Escala de Emociones cuando apruebas” y la “Escala de Estrategias de Afrontamiento cuando repruebas”. Los participantes fueron 1,057 estudiantes universitarios; 49.3 % sin reprobación y 50.7 % con reprobación.
Resultados: Las mujeres reportaron intensidad en las emociones positivas, de compromiso, negativas, narcisistas y de relajamiento; en las estrategias de afrontamiento, reportaron medias más altas en las de orgullo y de perfeccionamiento. Por su lado, los hombres predominaron en emociones contradictorias y de recompensa. La correlación más alta en ambos grupos fue entre las emociones de compromiso y las estrategias de afrontamiento de perfeccionamiento, sobre todo en aquellos sin reprobación; otras correlaciones para este grupo fueron entre las estrategias de perfeccionamiento y las emociones positivas y de relajamiento. Para el segundo grupo, se apreciaron correlaciones entre estrategias de perfeccionamiento y emociones narcisistas.
Discusión: Presentar un examen que se considera difícil es una situación estresante para los estudiantes universitarios. Cuando reciben las evaluaciones y se enteran de que han aprobado, emociones positivas y de compromiso son las primeras en manifestarse ante el logro alcanzado. Sin embargo, también aparecen emociones negativas como tristeza, indiferencia, conformismo, etc., en contradicción ante un evento que es el resultado de un esfuerzo. Sentir emociones narcisistas como el placer y el orgullo cuando se ha aprobado un examen que se considera difícil pareciera más congruente; aunque es necesario que los estudiantes trasciendan esa etapa, ya que pueden correr el riesgo de cesar el esfuerzo que se ha venido realizado.
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