Summary: | En más de una ocasión la arquitectura tiene que afrontar las necesidades o gustos de otro tiempo, imprevisibles cuando se concibe y materializa. Es el caso de las primeras iglesias medievales de Córdoba, construídas según un modelo arquitectónico sencillo, y con formas que han sido frecuentemente denominadas como gótico-mudéjares. La homogeneidad y número de este colectivo permiten delimitar y tipificar, con inusitada nitidez, las transformaciones funcionales, estéticas,etc. que incidieron en estos edificios, que han demostrado su versatilidad durante siete siglos. Simbolismo, forma, espacialidad, liturgia, música y canto, o todo aquello que siempre rodeó a la muerte, tuvieron mucho que ver.
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