Summary: | El crecimiento acelerado que caracteriza a la ciudad de Santiago se está dando básicamente por extensión en su periferia, ocupando nuevos territorios, hasta hace poco destinados a usos rurales. Frente a este hecho se intenta generar aquí un ámbito de discusión donde se presentan los diferentes argumentos que están presentes en el debate actual sobre las formas de crecimiento de la ciudad y sus implicaciones sobre la vida de sus habitantes. Frente al crecimiento disperso, con zonas de funciones claramente separadas, que corresponde al modelo de la ciudad de Los Angeles, Estados Unidos, se opone el modelo más concentrado de la ciudad europea, con centros densos y una variedad de usos entremezclados. Se discuten las limitaciones que ha mostrado la planificación territorial tradicional, las bondades que explican el éxito del modelo americano y los impactos que genera la extensión indiscriminada de las ciudades, dejando abierta la interrogante sobre las posibilidades reales de oponerse a la aparentemente clara tendencia hacia la dispersión
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