Summary: | <p>La proclamación de la II República, recibida con ilusión en muchos sectores, auspiciaba una etapa de cambios y progreso social. Sin embargo, en poco tiempo serían notorias las manifestaciones de oposición a las medidas del nuevo gobierno, manifestaciones que en ocasiones tenían un marcado carácter violento. Especialmente ante las medidas legislativas que incidían en el ámbito eclesiástico, como la disolución de la Compañía de Jesús o la Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas. El artículo estudia cómo la violencia política vivida en estos años afecta y condiciona en diversos aspectos el mundo educativo vallisoletano, caracterizado por unas culturas escolares de carácter conservador. </p>
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