Summary: | Nos proponemos abordar dos aspectos poco estudiados de la contribución de Alfred Ayer a la comprensión de la filosofía de Hume: su consideración acerca del carácter inferencial de la percepción y su propuesta de que la experiencia tiene carácter público. En primer lugar, analizaremos cómo se ha entendido la concepción humeana de la experiencia. Sostendremos que la interpretación de Ayer contribuye a modificar la concepción privada y atomista de experiencia que usualmente se le atribuye a Hume, al afirmar que para reconocer un objeto no basta un acto simple de percepción, sino su vinculación con un entramado de percepciones pasadas. En segundo lugar, analizaremos si el carácter mental de las percepciones implica que su acceso se da únicamente mediante la introspección o si el propio Hume contempla la posibilidad de que puedan comunicarse. Ayer propone que es posible atribuirle un carácter público a las percepciones ya que las comprende como una serie de patrones sensoriales que no tienen rasgos de pertenencia personal pero pueden singularizarse a partir de su ocurrencia en un momento y lugar determinados. Esta interpretación da pie a su teoría del “mundo del sentido común,” que va más allá de lo que Hume propone pero no resulta contradictoria con los principales postulados de su filosofía.
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