Summary: | Las edades del mundo contienen, en sus logros y / o fracasos, el traspaso de necesidad a libertad en el que libertad gira, se trastoca, y el sistema antes concentrado en ella, se ve dirigido hacia tiempo. Este giro nos conduce a considerar a Las edades del mundo como la obra en la cual el intento de exposición de un sistema de la libertad deriva, y en todo caso habrá que tratar de comprender en esta obra los motivos de esta derivación, en la necesidad de exponer un sistema del tiempo.
Tiempo ya no permite ser tratado tan solo como una intuición a priori de la sensibilidad, sino que, en tanto inherente a la totalidad del sujeto, en su subjetividad y objetividad, es decir, en tanto absoluto, aparece como a priori de la necesidad, o mejor dicho como a priori hipernecesario (Übernotwendig) del par necesidad y libertad.
En Las edades del mundo “tiempo” es pensado desde su vínculo con lo eterno, es decir, desde el permanente flujo de lo eterno en tiempo. “Tiempo”, en el sentido absoluto que se le asigna, se encuentra vinculado a la necesidad de revelación (Offenbarung) de lo eterno, u opera, por así decirlo, como condición a priori de la revelación. El pasaje de lo eterno a tiempo es inherente, esto es determina internamente, al concepto de revelación.
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