Tratamiento del prolapso rectal en la infancia con infiltración de solución salina al 16,5 %

Introducción: cuando falla el tratamiento médico conservador en los pacientes pediátricos con prolapso rectal se impone la infiltración perirrectal con sustancias irritantes. En la década de los 90 esas infiltraciones en nuestro centro se hacían con glicerina, pero escaseó en el mercado, y ante tal...

Full description

Bibliographic Details
Main Authors: Carlos Ramírez Pérez, Gladis Abreu Sera, Juan Pérez Mir, Dinorah Mulet Batista
Format: Article
Language:Spanish
Published: Editorial Ciencias Médicas
Series:Revista Cubana de Pediatría
Subjects:
Online Access:http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-75312011000300014&lng=en&tlng=en
Description
Summary:Introducción: cuando falla el tratamiento médico conservador en los pacientes pediátricos con prolapso rectal se impone la infiltración perirrectal con sustancias irritantes. En la década de los 90 esas infiltraciones en nuestro centro se hacían con glicerina, pero escaseó en el mercado, y ante tal problema, se buscó otro agente infiltrante alternativo. En el presente trabajo se describe la experiencia con la utilización de solución salina al 16,5 %. Métodos: se realizó un estudio de intervención, longitudinal, prospectivo, experimental, del tipo ensayo clínico no controlado. Consta de una segunda parte en la que se utilizó la aleatorización con un grupo control para la validación. El universo estuvo constituido por 27 pacientes y la muestra, por 16 pacientes con prolapso rectal, que fueron atendidos en el servicio de gastroenterología del Hospital Pediátrico Provincial de Holguín en el quinquenio 2003-2007. Las variables desarrolladas fueron: concentración idónea para el tratamiento, cantidad de sustancia a infiltrar, complicaciones, recurrencia, número de infiltraciones y curación al año o más. Los resultados se exponen en forma de tablas porcentuales. Resultados: la eficacia con la utilización de solución salina al 16,5 % fue del 100 %, todos los pacientes curaron, y ninguno presentó recurrencia, por lo que no fueron necesarias 2 o más sesiones de tratamiento. Se comentó de un niño que, luego de fallar la infiltración con leche materna en primera opción y fallido también el cerclaje, finalmente resolvió con este método. Las complicaciones fueron relativamente pocas (18,9 %): un absceso, una celulitis y una retención urinaria con necesidad de sondaje durante 2 semanas, sin secuelas posteriores. Se realizó aleatorización con igual número de pacientes en quienes se usó la glicerina, los resultados del uso de ambas sustancias fueron muy parecidos, y el número de complicaciones fue ligeramente mayor en el grupo experimental (6,2 %), un caso más. La recurrencia se comportó de forma inversa, predominó en un 6,2 % en el grupo control. Para disminuir el número de complicaciones se estipuló el uso profiláctico de antimicrobianos, el día del procedimiento y 2 días más. Conclusiones: quedó demostrado que el tratamiento de elección del prolapso rectal en la infancia es la infiltración, y que una sola sesión con 20 mL de solución salina al 16,5 % en cada paciente es un efectivo agente esclerosante.
ISSN:1561-3119