Summary: | <p><span style="font-family: Verdana; font-size: small;"><strong>Introducción</strong>: El dolor agudo constituye una compleja constelación de experiencias sensoriales y emocionales, relacionadas con respuestas autónomas producidas por daño a estructuras somáticas o viscerales. Las vías del dolor transmiten la información nociceptiva a través del sistema nervioso periférico y central y están plenamente integradas con el sistema motor y simpático a nivel medular y de los centros nerviosos superiores y dan lugar a actividad motora refleja, hiperactividad simpática y respuestas afectivas y conductuales. <strong></strong></span></p><p><span style="font-family: Verdana; font-size: small;"><strong>Objetivo</strong>: Definir los mecanismos fisiopatológicos que se desencadenan en presencia de dolor agudo y las alteraciones que consecuentemente generan en diferentes órganos y sistemas. <strong></strong></span></p><p><span style="font-family: Verdana; font-size: small;"><strong>Desarrollo</strong>: Las respuestas generadas a nivel segmentario, suprasegmentario y cortical dan lugar a alteraciones fisiopatologicas en el sistema cardiovascular, respiratorio y en otros órganos y sistemas. Estas alteraciones pueden modificar negativamente el curso de la lesión o enfermedad que originó el dolor y provocar graves trastornos hemodinámicos que pueden llevar a la muerte del paciente. <strong></strong></span></p><p><span style="font-family: Verdana; font-size: small;"><strong>Conclusiones</strong>: Aunque el dolor agudo tiene una función biológica protectora, cuando es persistente o no mitigado provoca alteraciones fisiopatológicas en los diferentes órganos y sistemas que son nocivas para el paciente. Pese al rápido progreso alcanzado en el conocimiento de su fisiopatología y el desarrollo de novedosas y efectivas técnicas para su tratamiento, la conducta terapeútica del paciente con dolor agudo es inadecuada. </span></p>
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