Summary: | En este artículo se describe la historia de cómo una comunidad isleña de Escocia ha logrado, además de la protección de sus recursos marinos frente a intereses económicos, el reconocimiento al derecho de comunidades costeras a participar en las decisiones que afectan a sus aguas y a una gestión marina más justa y sostenible por parte del gobierno.
Dicha comunidad logró la designación en 2008 de la Reserva Marina Comunitaria de Lamlash Bay, a pesar de la ausencia en aquellos años de un marco legal para la protección marina. En los últimos cuatro años la normativa europea y la presión de grandes y pequeñas ONGs medioambientales, así como de pescadores artesanales y de recreo, ha impulsado la designación por parte del gobierno escocés de una red de áreas marinas protegidas en Escocia. Veinte años de acción y aprendizaje comunitario han permitido al grupo desarrollar sus habilidades y capacidad de intervención, así como fortalecer sus vínculos con asociaciones de pescadores, grupos comunitarios, organismos gubernamentales y científicos. Se presentan en el artículo reflexiones sobre factores críticos que han facilitado el empoderamiento de la comunidad de Arran
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