Summary: | <p>La nueva ordenanza de 4 de julio de 1718 para el establecimiento de intendentes sistematizaba el cargo bajo el patrón francés y potenciaba sus funciones de justicia, junto a las de policía, hacienda y guerra. Para evitar que sus atribuciones judiciales pudieran entrar en conflicto con las del corregidor, se decidió que los intendentes asumieran los corregimientos de las capitales respectivas.</p><p>En el caso de Valencia se consideraba que esta solución pondría orden en el gobierno valenciano, alterado por conflictos de competencias y donde cada autoridad tendía a una actuación autónoma. Esta situación influyó en la designación de Luis Antonio Mergelina como corregidor-intendente, quien pronto tuvo ocasión de comprobar el clima difícil en que debían desenvolverse sus relaciones con el gobernador militar de Valencia y antiguo corregidor, el mariscal Antonio del Valle, que le recibía en una sala que contaba como único mobiliario con un sillón y un taburete, reservado éste último para el corregidor-intendente.</p>
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