Summary: | RESUMEN En la última década, el reemplazo valvular aórtico transcatéter (TAVR, por sus siglas en inglés) se ha convertido en el tratamiento preferente para los pacientes con estenosis aórtica grave y con alto o incluso moderado riesgo quirúrgico. En consecuencia, esta nueva tecnología ha sido evaluada en sujetos de bajo riesgo quirúrgico. En el estudio PARTNER 3 se aleatorizó a 1.000 pacientes (puntuación media de la Society of Thoracic Surgeons, 1,9%; edad media, 73 años) para ser sometidos a TAVR con una válvula balón expandible o a reemplazo quirúrgico de válvula aórtica, y se halló que la TAVR fue superior en términos del objetivo final compuesto de muerte, ictus y reingreso a 1 año. En el ensayo Evolut Low Risk, en el que 1.468 pacientes fueron aleatorizados a TAVR con una prótesis autoexpandible o cirugía, la TAVR no fue inferior a esta última en términos del criterio de valoración principal compuesto de muerte o accidente cerebrovascular discapacitante a los 24 meses. Si bien el seguimiento a 1-2 años disponible no responde a la pregunta sobre la durabilidad de las válvulas transcatéter, estos resultados cambiarán nuestra práctica clínica diaria.
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