Summary: | El afán de encontrar un criterio único-formal-universal para la identificación del sujeto -o de cualquier otra categoría gramatical-, como se da el caso en ciertas corrientes teóricas, es una postura que nos hace correr el riesgo o «de acostar las lenguas en camas de Procustes», como dice Schachter, o de tener que introducir, iterativamente, renormalizaciones secundarias en el criterio inicial para dar cuenta de la diversidad lingüística a medida que ésta se hace más apremiante. Adecuada me parece, para el sujeto, la postura cuantitativa de Keenan, expurgando, claro está, los criterios no sintácticos. Desde esta perspectiva, y a pesar de la indeterminación de sus mecanismos de control, el katukina se presenta como una lengua en la cual si cabe hablar de sujeto y objeto, sólo es lícito hacerlo identificando al primero con el conjunto complemento 'PAC '-NOM y complemento único, y al segundo con el complemento 'AGT'-ERG. De otra parte, es obvio que la fuerza de una argumentación contra la universalidad de las relaciones gramaticales estriba tanto en su base empírica -la realidad de las lenguas- como en una caracterización altamente restrictiva del nivel en que funciona ese tipo de mecanismo.
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