Summary: | Este artículo discute los procesos y criterios mediante los cuales los autores de las nomenclaturas lunares del siglo XVII desarrollaron una variedad de estrategias lingüísticas y retóricas para organizar y representar sus estudios telescópicos de la superficie lunar como espacio cartográfico. A través de una comparación de los sistemas toponímicos propuestos por Pierre Gassendi, Michael van Langren, Johannes Hevelius y Giambattista Riccioli, planteo que las toponimias de la Luna exhiben estrategias de nombramiento asociativas, analógicas, metafóricas y emblemáticas que derivan de erudición académica, prácticas cartográficas y contextos sociales. Estas nomenclaturas sirvieron para proyectar inquietudes políticas, filosóficas y disciplinarias de sus autores.
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