Summary: | Sor Juana Inés de la Cruz recurre a la tradición de la interpretación tipológica de las Escrituras, que se remonta a San Pablo y San Agustín, para interpretar no solamente a los antiguos autores paganos sino también los cultos aztecas como alegorías oscuras, o enigmáticas, del cristianismo. Esta apropiación de los textos y la mitología pre-cristiana no se vincula con el presunto pluralismo liberal de los criollos, como planteaba Octavio Paz, ni tampoco con un supuesto mestizaje cultural, como plantearía Gruzinski. Lejos de una apertura hacia la alteridad cultural, su gesto constituye más bien una absorción en la mismidad cristiana.
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