Summary: | Durante las primeras décadas del siglo XX, la minería de altura cobró importancia en la cordillera andina de Arica, estableciéndose una serie de azufreras en los faldeos de los volcanes Tacora y Taapaca. Dichas actividades extractivas incorporaron como mano de obra a comuneros aymaras, como jornaleros para las faenas de las compañías mineras del azufre, producción que activó la economía regional. Los obreros indígenas, en su mayoría de origen boliviano, participaron de un proceso de proletarización que fue regulado por la producción industrial, por los dispositivos legales del Estado chileno y por las diferentes formas de organización social, como los sindicatos. Sobre la base de un corpus de antecedentes documentales, este artículo describe y analiza dichos procesos, intentado relevar a la población indígena andina que se incorporó en el trabajo asalariado de las azufreras, y cómo interactuaron con las autoridades chilenas y con los industriales en un ambiente de tradición y modernidad.
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