Resumen de notas históricas sobre la fiebre amarilla en Colombia

<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 10.5pt; font-family: Arial">Dos formas epidemiológicas, la urbana y la selvática, de hecho íntimamente ligadas. En cuanto a la primera, transmitida de hombre a hombre por Aedes aegypti, debe recordarse que s...

Full description

Bibliographic Details
Main Author: Hernando Groot
Format: Article
Language:Spanish
Published: Universidad de Antioquia 2004-03-01
Series:Iatreia
Online Access:http://www.iatreia.udea.edu.co/index.php/iatreia/article/view/885
Description
Summary:<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 10.5pt; font-family: Arial">Dos formas epidemiológicas, la urbana y la selvática, de hecho íntimamente ligadas. En cuanto a la primera, transmitida de hombre a hombre por Aedes aegypti, debe recordarse que se observaba frecuentemente en los poblados de la costa del Caribe desde el siglo XVII, produciendo a veces epidemias como la que sufrieron las tropas de Vernon en 1741 cuando al intentar tomar a Cartagena se vieron atacadas por la enfermedad; de los 23.000 invasores, 9.000 perecieron en la empresa, la mayoría de ellos por causa de la fiebre amarilla. En épocas más recientes durante el siglo XIX y a principios del XX, el mal siguió siendo azote común del litoral Atlántico y causó también diversas epidemias a lo largo del Río Magdalena y en algunas poblaciones aisladas, como El Carmen y Ocaña. Igualmente se registraron casos de la enfermedad en Buenaventura. Las dos últimas epidemias urbanas que sufrió Colombia, fueron las de Bucaramanga en 1923 y la del Socorro en 1928. Es de notar que la desaparición de la fiebre amarilla de las ciudades se debió sin duda a las vigorosas campañas para eliminar el mosquito transmisor que culminaron en 1960 con su erradicación, exceptuada Cúcuta. Sin embargo, años más tarde el país se reinfestó con el Aedes y, por consiguiente, quedó nuevamente expuesto a las epidemias de fiebre amarilla urbana, pero con riesgo mayor por cuanto el mosquito se había dispersado por todo el país y se había establecido en lugares donde nunca había existido antes. Afortunadamente hasta el momento actual no se ha presentado brote alguno del famoso vómito negro urbano.</span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size: 10.5pt; font-family: Arial">En cambio se han observado gigantescas epidemias de dengue (1).</span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size: 10.5pt; font-family: Arial">En lo referente a la fiebre amarilla selvática lo primero por indicar es que nunca se sabrá cuántos milenios hace que el virus ha venido intercambiándose silenciosamente entre los mosquitos y los vertebrados de los bosques tropicales. Los primeros casos de esta modalidad epidemiológica fueron descritos en 1906 por Franco, Toro Villa y Martínez Santamaría en personas que al entrar a los bosques de Muzo eran atacadas por los mosquitos silvestres. Debe comentarse que en un principio tal hallazgo no fue reconocido internacionalmente por el hecho de que en Muzo no había Aedes aegypti; era la época en que prevalecía el concepto de que no podía existir la fiebre amarilla sino en presencia de dicho mosquito. Sólo se dio crédito a los investigadores colombianos en 1932, cuando habiéndose encontrado ya métodos para identificar el virus, Soper lo aisló de pacientes que vivían en selvas brasileñas donde no se detectaba el Aedes aegypti. A partir de 1933, se comenzaron a desarrollar en Colombia los estudios sistemáticos para conocer mejor la epidemiología de la forma selvática de la enfermedad, los cuales permitieron aclarar, entre otros, aspectos fundamentales de su manera de transmisión, diagnóstico, vigilancia y control, así como su distribución geográfica. Tales estudios se iniciaron en la Sección de Estudios Especiales que en 1939 se convirtió en el Instituto Carlos Finlay, de renombre internacional, el cual en 1960 se incorporó al Instituto Nacional de Salud que continuó exitosamente las investigaciones, convirtiéndose así en un centro de referencia para los estudios sobre arbo-virus. </span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size: 10.5pt; font-family: Arial">Muchas personas se ocuparon de esta labor científica; mencionarlos a todos sería imposible, pero entre los fallecidos, es necesario destacar la contribución de Jorge Boshell Manrique, Ernesto Osorno y Augusto Gast. Actualmente el virus selvático se encuentra en el pie de monte y los bosques riparios de la Orinoquia y la Amazonia, en las hoyas del Magdalena y del Catatumbo y en la Sierra Nevada de Santa Marta donde produce casos aislados o epidemias y desde donde amenaza a las ciudades vecinas.</span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size: 10.5pt; font-family: Arial"> </span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size: 10.5pt; font-family: Arial">REFERENCIAS</span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size: 10.5pt; font-family: Arial">GROOT H. The reinvasion of Colombia by Aedes aegypti: aspects to remember. Am J Trop Med Hyg 1979; 29:130-139.</span></p>
ISSN:0121-0793
2011-7965