Summary: | El tercer milenio inicia en un mundo globalizado,
unipolar: 6.3 mil millones de personas; de
ellas, 850 millones hambrientas, 1,200 sin agua
potable, 2,400 sin saneamiento, 850 millones
analfabetos, 10 millones de niños mueren anualmente.
Mientras tanto, 10% de la población disfruta
del 70% de riquezas. Proliferan estallidos
sociales, guerras, huracanes, terremotos, contaminación
ambiental, inundaciones, calentamiento
global, SIDA. Numerosas comunidades rurales
se han colapsado económica y socialmente, el
desempleo aumenta por tecnologías ahorradoras
de fuerza laboral, persiste alta migración a las
ciudades. La Revolución Verde, de especialización
e industrialización agropecuaria de países
desarrollados, ha generado conflictos ambientales
y no ha sido una solución. La geofagia y sed
de poder de países y políticos, generan distribución
desequilibrada de riquezas. En nuestro planeta
abundan resultados positivos con sistemas
agroecológicos de producción que han demostrado
poder resolver gran número de esos problemas.
En América Latina y Cuba, existen experiencias
del saber y tradiciones campesinas e indígenas,
investigación y producción comercial con
soluciones factibles para los problemas de este llamado
Tercer Mundo, donde están los países
más necesitados. Son evidentes los caminos posibles
para alcanzar el anhelado desarrollo agropecuario.
Este trabajo resume algunos ejemplos de
los avances. El reto futuro es integrar los componentes
de los agroecosistemas y lograr sinergias,
consolidando sistemas agroecológicos holísticos,
con eficiencia biológica, productiva, económica,
energética y ambiental. Es esperanzador pensar
que un futuro agroecológico unido a la voluntad
política de desarrollo económico y social, puede
contribuir en alto grado a liberar a nuestros países
tercermundistas de la crítica situación actual
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