Summary: | El proceso de envejecimiento en el que están inmersas las sociedades occidentales, entre ellas España, ha modificado la estructura demográfica. La población mayor de 65 años supera con creces a la población menor de 16 años. Ante esta nueva realidad se desarrollan y reclaman políticas específicas para responder a las demandas de este sector creciente de la población. Habitualmente, estas políticas giran en torno al aumento de la demanda de cuidado. Sin embargo, en este artículo se abordan otros paradigmas para la elaboración de políticas públicas para hacer frente al envejecimiento como el envejecimiento activo y el envejecimiento abierto e inclusivo. De esta manera, es posible apreciar como definiciones sesgadas sobre el proceso de envejecer generan soluciones limitadas a la actual composición por edades de la población. A través del análisis de caso de España se observa que la realidad es multiforme. Ni envejecer es sinónimo de carencia ni de llegada a “El Dorado”.
|