Summary: | Según Gustavo Aprea (2015) hay tres modalidades de abordaje que plantean los documentales sobre la militancia que participó de los hechos ocurridos durante la Dictadura Militar Argentina (1976-1983): la primera; desde la vivencia y lo testimonial, la segunda desde la memoria y el no-olvido, y la tercera desde la posibilidad de transmisión de la experiencia de la militancia revolucionaria que construye modelos para las nuevas generaciones. Los primeros relatan la historia desde la derrota y con una lectura política, los segundos desde el trauma y con una lectura personal, y los terceros desde el reconocimiento y con una lectura profesional de los hechos. En este artículo se desarrollará el segundo grupo desde el análisis de las películas Historias cotidianas (2001) de Andrés Habegger y Los rubios (2003) de Albertina Carri, quienes reconstruyen la militancia desde lo afectivo, buscando un cierre a una etapa de sus vidas por medio de una memoria fragmentada. Si bien ambos documentales son guionizados y dirigidos por hijos de desaparecidos en la época de Terrorismo de Estado, ya desde el título se encuentra una diferencia marcada en su abordaje temático, que se visualiza también en el tratamiento estético-narrativo. Por ende, el presente artículo tiene como objetivo llevar adelante un análisis narrativo (contemplando estructura y recursos) de ambas obras y, a su vez, tratar de comprender sus mensajes, sus significados, a la luz de la teoría expuesta por múltiples estudiosos del cine documental político, con el fin último de poder establecer un punto de encuentro.
Palabras clave: Documental Político. Memoria. Narración Audiovisual.
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