Summary: | En el año de 1954, a través de ordenanza departamental (Consejo Administrativo de Cundinamarca) la ciudad de Bogotá integra los municipios cercanos (Usaquén, Suba, Engativá, Fontibón, Bosa y Usme) configurándose como Distrito. A pesar de permanecer como Núcleos Fundacionales declarados como Patrimonio Material Cultural Territorial, estos municipios anexos no han sido valorados patrimonialmente por la comunidad que los habita y con el tiempo han perdido su significado histórico y cultural, evidenciando una total falta de cohesión entre ellos y con el Distrito Capital desde su connotación como Bienes de Interés Cultural. Las relaciones sociales, territoriales y patrimoniales entre ellos básicamente no existen en la actualidad. Este artículo expone los valores que lograron la Declaratoria, así como la percepción que la comunidad tiene de los mismos para su apropiación como patrimonio, ejercicio logrado a partir de un proceso académico en el que participaron estudiantes de la Facultad de Arquitectura de la Universidad la Gran Colombia.
|