Summary: | El artículo expone la necesidad de acometer el modo en que la Unión Europea viene planteando su modelo de desarrollo cultural en la última década y de cara a un futuro próximo. Partiendo del análisis de los modelos culturales de masas imperantes en las democracias posmodernas, proponemos que las formas de cultura disidentes (minoritarias o minorizadas), precisamente por su condición refractaria al modelo estandarizado de cultura generado por la actual lógica político-económica comunitaria, constituyen una garantía para la posibilidad misma, tras la modernidad, de otra cultura en Europa. En este sentido, hemos ejemplarizado en la producción audiovisual danesa una alternativa a la errática política cultural de la Unión Europea: aunque procedente de un pequeño territorio y soportada por una lengua de implantación geográfica reducida, evidencia una significativa producción fílmica de calidad, cuyas señas inequívocas de identidad la erigen en hecho cultural reconocible e irrenunciable. En contraposición, se analizan algunos de los aspectos más ilustrativos del Plan Europa Creativa, cuyo carácter refractario a la diversidad cultural como modelo denunciamos abiertamente: entre otros, desaparecen los propósitos de planes anteriores con respecto a la VO y el multilingüismo, las pequeñas cinematografías dejan de ser interlocutoras válidas desde el punto de vista comunitario, etc.
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