Summary: | TAREFAS DA EDUCAÇÃO SOCIAL EM CORPOS GLOBALIZADOS
RESUMEN: La búsqueda del sentido se aleja de la ciencia y se acerca a una ética
respetuosa de las diferencias y responsable de los otros. Desde esta mirada,
antropológica y educativa, ¿cuál es el rol de la educación social en las sociedades del
bienestar y en los países en vías de desarrollo? Los sujetos de estas intervenciones han
sido denominados población en riesgo social y culturas populares, respectivamente. Son
sujetos distintos, por lo cual es difícil traducir las experiencias de investigadores,
especialistas, formadores, hermanamientos educativos, etc. entre estos dos mundos. Este
artículo indaga en estas diferencias con la intención de abrir un espacio para el diálogo
intercultural entre profesionales de las disciplinas del campo socioeducativo. El
programa ha de ser un programa diferenciado pero capaz de mirar hacia un horizonte
común que continúa siendo la afirmación de las diferencias y la apertura a la
interculturalidad, así como la justicia social y la lucha contra la exclusión social. En este
panorama, el sur se revela como escenario creador de nuevas prácticas que renuevan la
educación social como disciplina, mientras que el norte puede aportar su experiencia de
lucha por el reconocimiento y mejora de las condiciones de los educadores de este
sector.
ABSTRACT: The search for the sense gets far away from the sciences. Although, it
seems to be near to an ethics which is respectful of the differences and responsible for
the other. From this anthropologic and educational perspective, what is the role of social
education in welfare societies and also in undeveloped countries? These subjects of the
interventions have been called respectively “people in social risk” and “popular
cultures”. They are two different sujects and it is often difficult to translate these
experiences between researchers, specialists, trainers, etc. from these two worlds. This
article is wondering about these differences to open a space for the intercultural
dialogue between professionals from the disciplines of the socio-educational field. The
plan must make an account of the differences and, at the same time, be able to look at a
common horizon. This is integrated by the affirmative action of the differences, the
openness to the interculturality and the struggle for the social justice and against the
social exclusion. In this view, the south appears as a creative stage for new practices
that renew Social Education as a discipline, while the north can bring its experience of
struggling for the acknowledge and the welfare of the social educators.
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