Summary: | Environmental concerns, growing public pressure and regulatory measures are changing the way people do business around the world. Consumers and shareholders are increasingly demanding environmentally-friendly ceramic products, as well as transparency in the environmental performance of the companies. Since its creation in 1995, The Eco-Management and Audit Scheme (EMAS) is a voluntary tool recognized as the most reliable environmental management system available in EU for organizations to evaluate, improve and report companies’ environmental performance. Regulation (EC) No 1221/2009 of the European Parliament and of the Council, known as EMAS III or Global EMAS, allows organizations outside EU to participate, making EMAS more attractive for ceramic companies that usually export. Ceramic companies that implement EMAS, achieve marketplace advantages and improve company image, as well as adding credibility and confidence with customers, stakeholders and public authorities. They also benefit of environmental legislation relief and other advantages as exception of financial insurance obligation included in new Environmental Responsibility legislation.<br><br>El aumento de la conciencia medioambiental, la presión pública y normativa están cambiando la forma de hacer negocios. En esta línea, consumidores y partes interesadas demandan cada vez más productos cerámicos sostenibles, así como transparencia del comportamiento ambiental de las empresas. Desde su creación en 1995, el Sistema Comunitario de Gestión y Auditoría Ambientales (EMAS), es un sistema voluntario reconocido como el de mayor transparencia y credibilidad en los estados miembros de la UE, que permite a las organizaciones participantes evaluar y mejorar su comportamiento ambiental y difundir la información pertinente al público y otras partes interesadas. El vigente Reglamento (CE) nº 1221/2009 del Parlamento Europeo y del Consejo, conocido como EMAS III o EMAS global, ha supuesto además la apertura de EMAS a países fuera de la EU, haciéndolo más atractivo para las empresas cerámicas exportadoras. Además de la mejora de competitividad e imagen corporativa, acceso a nuevos mercados, y relaciones con clientes, administración y demás partes interesadas, las empresas del sector cerámico que implantan EMAS disfrutan de una menor presión normativa por parte de las autoridades medioambientales y otras ventajas, como la excepción a la necesidad de garantía financiera obligatoria contemplada en la nueva ley de responsabilidad ambiental.
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