Summary: | La audición musical, entendida en el marco de la cognición corporeizada, supone una mente que se constituye más allá del cerebro, implicando a las acciones y movimientos corporales en el pensamiento. De acuerdo a la teoría de la mente extendida, el uso de un instrumento musical durante la práctica de la audición armónica cumplirá un rol esencial, constituyéndose en una herramienta de pensamiento integrada en el sistema cognitivo. Sin embargo, la idea de “mente” como producto del acoplamiento del cuerpo con el instrumento necesita ser considerada más concienzudamente en el contexto de la práctica musical, ya que se supone que la concreción de ese tipo de pensamiento en contexto sería el resultado de la forma que toman los ciclos de percepción-acción. La audición armónica en tanto práctica corporeizada implica un tipo de pensamiento orientado a “extraer” y/o sintetizar aspectos de la música en movimiento vinculados al componente armónico. En esta tarea, el uso del instrumento musical permite recuperar experiencias musicales pasadas, debido a la posibilidad que ofrece para conectar durante la performance actual las trayectorias motoras que fueron generadas anteriormente en la percepción armónica. Pensar a la audición armónica con el instrumento como una experiencia corporeizada y anclada que surge en la actividad de percepción-acción nos permitirá situar a la teoría de la mente extendida en el contexto de la práctica musical.
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