Summary: | Asumiendo que las transformaciones radicales introducidas a partir de la década de los 80, por la dictadura cívico-militar en el sistema educativo chileno, constituyen lo que se designa como utopía economicista, que estipuló el paso de un sistema eminentemente público y centralizado a uno gobernado por las reglas del mercado, se examinan los defectos que el esquema mostró en su desarrollo, defraudando a poco andar las promesas de eficiencia y calidad que eran los objetivos perseguidos y que motivaron dichas transformaciones. Con este objetivo, el trabajo muestra la devaluación de dicha utopía y cómo la analogía del mercado se revela errónea. Para ello se caracteriza críticamente el rol del Estado, en su calidad de proveedor, regulador y garante en el sistema escolar, la utilización de la información de resultados del sistema educativo, con sus usos dispares y en ocasiones contradictorios y, por último, la participación de los padres, de acuerdo al rol que les fue asignado por las reformas y el que efectivamente presentan en la actualidad. Se concluye señalando que para superar la situación es necesaria una racionalidad ampliada que sustituya aquella que orientó las políticas introducidas hace tres décadas y que ofrezca una respuesta a los problemas del sistema escolar chileno en su calidad y equidad.
|