Summary: | A lo largo de los siglos, el arte ha sido la representación estética del sentimiento y la reflexión del ser humano, mostrado en museos nacionales, iglesias, exposiciones universales, bienales o centros culturales. De diferentes maneras, los artistas expresan lo material o lo invisible como respuesta al complejo mundo externo que les rodea. Por eso, la libertad con la que afrontan los grandes temas que preocupan a la sociedad a la que pertenecen, da una visión de la realidad que contrasta con la política de los estados que tradicionalmente han tratado de utilizar la expresión cultural y artística para reforzar las ideologías dominantes. El museo contemporáneo igualmente adopta modelos económicos que benefician su gestión y la rentabilidad del lugar de emplazamiento, relegando a un segundo plano el hecho artístico. El artículo analiza las distintas formas de gestionar el arte utilizadas por los estados, las vanguardias o los artistas contemporáneos, encaminadas todas ellas a dar su versión de los distintos paradigmas que conforman el mundo.
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