Summary: | El artículo analiza en primer lugar la relación entre espacio, tiempo y peregrinación en el interior “de los diversos estratos y clases sociales”. De estas consideraciones deriva ante todo la neta división entre, por un lado, la peregrinación del mundo rural, vinculada a la producción de la tierra, y por eso religiosa, y por otro, la peregrinación de la sociedad urbana, del comerciante relacionado con las manufacturas, y por lo tanto laica. Asimismo, se aborda la peregrinación judicial, que se difundió especialmente en el Flandes del siglo XIV. En segundo lugar, el espacio se define geográfica y culturalmente como mediterráneo, determinado por el carácter universal de la religión cristiana. Por último, el autor aborda la unidad del “espacio cristiano” a lo largo de los siglos y su repercusión sobre las peregrinaciones a partir del siglo XI, cuando el enfrentamiento con los árabes y la defensa de la unidad de la Iglesia concretaron la idea de la Guerra Santa. En esta época, la inseguridad en los Caminos terrestres y marítimos que conducían a las metas de la peregrinación determinaron la aparición de las Órdenes monástico-caballerescas, con la novedad del monacus-miles y del cruzado, fenómeno analizado en los textos de Guillermo de Tiro, en el Liber ad milites Templi de Bernardo de Claraval, y en la Chanson de Roland.
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