Summary: | El presente trabajo estudia el tratamiento de la temporalidad en la novela corta El perseguidor, de Julio Cortázar (1957), y la película homónima de Osías Wilenski (1962). En ambas piezas, el viaje en el metro constituye un punto de inflexión en la búsqueda de Johnny: gracias a la capacidad de extrañamiento que presenta el subterráneo, las coordenadas espacio-temporales adquieren un carácter fluctuante. En la narración de Cortázar, la fragmentación discursiva de los hechos remite a la propia obsesión del saxofonista por la temporalidad. En la cinta de Wilenski, el recurso al montaje de correspondencias revela un tratamiento formal acorde a la simultaneidad que persigue Johnny.
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