Summary: | En este artículo el autor trata sobre la lengua de escritura de la sociología. La práctica del sociólogo como una práctica situada, cuya localización es en parte un efecto de la lengua de escritura. Resultan una serie de problemas relacionados con las lenguas de la discusión científica, con la independencia del pensamiento respecto a la realidad social estudiada y sobre la relación entre la lengua de escritura de la sociología y las prácticas sociales sobre las que la sociología reflexiona. El autor señala un efecto de productividad crítica dado por el contacto con la sociología escrita en una lengua diferente a la propia, efecto que permite tomar en cuenta los marcos y los contextos de producción del conocimiento. Esta productividad tiende a desvanecerse con la conversión a la lingua franca. Una reflexión de método hecha a partir del viaje del autor entre Montevideo, Buenos Aires y París, entre el español y el francés. Un viaje en el que aparecen confundidas las trayectorias sociales con los desplazamientos lingüísticos del investigador. En esa reflexión sobre sus propios desplazamientos sociales y lingüísticos, el autor intenta tomar en cuenta también la deuda que las preguntas que orientan la investigación tienen con las coyunturas políticas en las que se originan. La reflexión obliga a considerar la relación entre prácticas discursivas y no discursivas como una relación problemática dada la irreductibilidad de unas a otras así como los territorios en que ambos tipos de agencia se confunden.
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