Recuerdos y traumas de un hombre que vivió la guerra

Libro reseñado: Recuerdos de la Guerra de los Mil Días en las provincias de Padilla y Valledupar y en La Guajira. Juan Lázaro Robles. Gobernación de la Guajira, Fondo Mixto para la Promoción de la Cultura y las Artes de La Guajira, Colección Guajira 50 años, Riohacha, 2015, 128 págs, il.   La Gob...

Full description

Bibliographic Details
Main Author: Brenda Escobar Guzmán
Format: Article
Language:Spanish
Published: Banco de la República 2018-01-01
Series:Boletín Cultural y Bibliográfico
Subjects:
Online Access:https://publicaciones.banrepcultural.org/index.php/boletin_cultural/article/view/9765
Description
Summary:Libro reseñado: Recuerdos de la Guerra de los Mil Días en las provincias de Padilla y Valledupar y en La Guajira. Juan Lázaro Robles. Gobernación de la Guajira, Fondo Mixto para la Promoción de la Cultura y las Artes de La Guajira, Colección Guajira 50 años, Riohacha, 2015, 128 págs, il.   La Gobernación de la Guajira propuso en 2015, en el cincuentenario de la creación del departamento, la reedición de este libro en el que Juan Lázaro Robles ofrece una emotiva y detallada narración de episodios vividos por él durante la Guerra de los Mil Días en las provincias de Padilla y Valledupar y en la Guajira, que pertenecían entonces al departamento del Magdalena. Originalmente, se publicó en 1946. En calidad de capitán del Ejército Liberal, Robles fue partícipe de la prolongada pugna entre liberales y conservadores por este territorio del nororiente de la Costa Atlántica y en torno a ello construye su narración. Riohacha, como puerto periférico y mal guarnecido, fue de las primeras ciudades tomadas, sin mucho esfuerzo, por los rebeldes. Allí centraron sus operaciones por diez meses, de febrero a diciembre de 1900 y fue ese el lugar de acopio de armas y de dos vapores de guerra: el “Peralonso” y el “Gaitán”. Además, se constituyó como ciudad de reunión de los liberales de la Costa y, de paso, de los varios generales que salían derrotados de las campañas del interior; entre ellos, el Director Supremo de la guerra, Gabriel Vargas Santos, y su máximo promotor, Rafael Uribe Uribe. Sobre la visita de este último, Robles hizo una bella descripción: se le recibió como a un general victorioso, regándole flores a su paso, a los acordes de las bandas y en medio de aclamaciones y aplausos (p. 57).
ISSN:0006-6184
2590-6275